EFPA España, que agrupa a los asesores financieros, ha elaborado un documento en el que analiza los seis principales cambios sobre la fiscalidad del ahorro que provocará el año que viene la reforma aprobada por el Gobierno.

Sobre los planes de pensiones, este año será el último en el que se puedan aportar hasta 10.000 euros (12.500 euros, los mayores de 50 años). A partir de 2015, la aportación máxima se reduce a 8.000 euros, con independencia de la edad del partícipe.

Otra novedad es que, a partir del 1 de enero de 2015, se permitirá el rescate anticipado del ahorro acumulado en el plan de pensiones una vez transcurridos 10 años desde la aportación.

Para los expertos de EFPA, esta desgravación fiscal en la base imponible del IRPF continúa siendo atractiva. Y consideran que la nueva ventana de liquidez a los 10 años puede dar un mayor impulso a los planes de pensiones y productos equivalentes. “Eso sí, se deberá analizar siempre la tributación en el momento del rescate como rendimiento del trabajo”, matizan.

Respecto a uno de los puntos clave de la reforma, la reducción de los gravámenes al ahorro hasta los niveles existentes en 2011, el análisis subraya que el tipo máximo baja del 27% al 23%, y el mínimo, del 21% al 19%. Para las rentas hasta 6.000 euros, bajará del 21% actual al 20% en 2015, 19% en 2016. Para los rendimientos entre 6.000 euros y 50.000 euros, el tipo se reducirá del 25% actual al 22% en 2015 y al 21% en 2016. Las ganancias de más de 50.000 euros pasarán del 27% de gravamen al 24% en 2015 y al 23% en 2016.

“Esta reducción de tipos aplicables a la base del ahorro puede incentivar la realización de plusvalías a partir de 2015, e incluso posponerlas a 2016”, destacan los asesores financieros.

Que todas las ganancias patrimoniales tributen en la base del ahorro “es una medida positiva ya que el tipo de gravamen que se aplica suele ser menor que el de la base general”.

Lo importante es que “esta vuelta a la situación anterior a 2013 puede permitir que el inversor en fondos y en acciones sea más activo, ya que las ganancias tributarán en la base del ahorro, con independencia del período de tiempo en que se hayan generado”.

También se eliminan los coeficientes de abatimiento en la transmisión de acciones, fondos e inmuebles, y para estos últimos también los de actualización monetaria (que corrigen la inflación). “Respecto a los inmuebles, acciones y fondos que el contribuyente haya adquirido antes del 31 de diciembre de 1994, habrá que analizar si vale la pena transmitirlos antes del 31 de diciembre de este año para poder aplicar, por última vez, dichos coeficientes”, señala el análisis de la EFPA.

Plan Ahorro 5

Sobre el Plan Ahorro 5, una fórmula introducida por la reforma fiscal, los expertos de la EFPA recuerdan que se trata de una cuenta (también podrá adoptarse la forma de seguro), donde el ahorrador podrá realizar aportaciones de hasta 5.000 euros anuales, que no podrán ser retiradas hasta cinco años después.

“Es un producto interesante para el pequeño inversor con perfil conservador, si bien los requisitos del importe máximo anual y de que el 85% del capital deba estar garantizado hace suponer que el rendimiento de estos productos será reducido”, explican.

Respecto a la transparencia fiscal internacional, en el proyecto de reforma fiscal no se han incorporado las instituciones de inversión colectiva (como las sicav) constituidas y domiciliadas en la Unión Europea. En este sentido, los expertos de la EFPA subrayan que “la exclusión de las sicav luxemburguesas permite descartar su traslado a España”.