Rafael Catalá, cree que el uso de las tarjetas ‘B’ por parte de los consejeros de Caja Madrid durante los últimos años es «reprochable», impropio y «muy inadecuado», y espera que los tribunales depuren las posibles responsabilidades penales, sobre las que no ha querido elucubrar.

Preguntado sobre este asunto por los medios en los pasillos del Congreso, Catalá ha reconocido que le parece «reprochable» el uso de un instrumento de pago «impropio, no salarial y que no tiene reflejo en las compensaciones de los profesionales», además de «muy inadecuado», sobre todo en un momento en el que se trabaja por «la regeneración democrática, la transparencia y la dignificación del sector público y sus dirigentes».

En cualquier caso, ha expresado un «respeto absoluto» por las actuaciones judiciales que se están desarrollando para esclarecer este escándalo, aunque ha eludido apuntar si ve algún indicio de consecuencias penales.

«Eso compete a los tribunales, y seguro que trabajarán con total independencia», ha añadido, recordando que además de la naturaleza judicial hay un plano fiscal y otro «de responsabilidad ética» en relación con las tarjetas ‘opacas’.