Llegó el esperado rebote y llegó por dos causas diferentes. Una, porque se ha llegado a niveles técnicos para el rebote. Dos, porque el mercado ha decidido que Gadafi caerá más pronto que tarde. Y ahí radica precisamente el probelma. Los índices pueden vivir una jornada, o dos o tres sin importarles lo que pasa en el mundo, pero al final termina por darse cuenta y ya saben lo que pasa. Pues ahora igua. Pueden evadirse de la situación en Libia por unos días (hay un fin de semana de por medio y eso ayuda) pero si a mediados de la semana que viene no hay un desenlace, volveremos a las andadas.

Lo curioso es que el estampido de primera hora de ayer viniera ayudado por un «incidente» menor. El mercado de Londres estuvo horas sin funcionar, y eso incluye el mercado de petróleo, por un fallo técnico. Si la referencia del precio del crudo, las Bolsas se sintieron aliviadas.

El caso es que nos vamos de fin de semana con las Bolsas apuntando de nuevo hacia arriba, pero con el Dax renqueante. Hoy fue de nuevo el peor entre los grandes índices europeos con una subida del 0,77%. El CAC, en cambio, brilló con luz propia y se fue a unas ganancias del 1,51%, nada comparado con el Ibex, de nuevo a la cabeza de las subidas, que avanzó un 1,64%, solo superado en Europa por el Mibtel italiano (+1,83%). El FTSE, mermado por la avería, ganó un 1,37%.