Ildefonso Sánchez Barcoj, director financiero de Caja Madrid y luego de Bankia (hasta su despido por el actual equipo presidido por José Ignacio Goirigolzarri), trató en los 70 minutos que ha durado su declaración como imputado ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu de ‘escaquearse’ del escándalo de las tarjetas ‘opacas’.

Éstas ya existían antes de su nombramiento como director general financiero de Caja Madrid, aunque sin precisar quién fue el responsable de su puesta en marcha. “Cuando se pusieron en marcha, ni siquiera trabajaba en Madrid”, lo que significa que apunta a su antecesor en el cargo, Matías Amat, y sobre todo a su presidente, Miguel Blesa. Ambos aparecen también en lista de 86 beneficiarios de las tarjetas.

Su defensa alega que era “la secretaría de Presidencia”, por tanto Blesa, la que “establecía el límite máximo y tenía acceso a todos los movimientos que realizaban las tarjetas”. “Ese departamento es el que tenía el control sobre lo que se pagaba; ningún empleado podía estar por encima de lo de asignaba Presidencia”, insiste. Tampoco era el responsable de controlar esos gastos y de comprobar que se declaraban a Hacienda.

También justifica el uso de 575.079 euros (484.200 euros en Caja Madrid, consignados ante la Audiencia Nacional, y 90.879 euros en Bankia, ya devueltos a la entidad nacionalizada) como “gastos de representación”, necesarios para el desarrollo de sus funciones. Así explica un viaje a Europa central, abonado con la polémica tarjeta: “estaba analizando oportunidades de negocio para la caja”.

«Ha ido todo bien, porque no hay nada que ocultar», señala su letrado. Sánchez Barcoj solamente ha contestado a las preguntas de su abogado, del fiscal y del juez. Insiste en que, como ya formuló en un escrito remitido al juzgado que instruye el caso Bankia, que las tarjetas constituían una «asignación retributiva complementaria» que suponía «un aumento muy poco significativo» en relación con su sueldo (2,43 millones de euros anuales) y que estaban sustentadas por su «relación contractual» con la entidad.

Sánchez Barcoj aparece en la relación de beneficiarios de las tarjetas ‘opacas’ como el que más dinero gastó. Llegó a pagar con ella peajes de menos de un euro en autopistas. Por tanto, esa afirmación de que eran “gastos de representación” se contradice con el destino de muchas de las operaciones realizadas por el exdirector general financiero de Caja Madrid y de Bankia mediante las tarjetas ‘opacas’: retiró unos 180.000 euros de cajeros automáticos y se gastó 16.291 euros en la Nochevieja de 2009, sólo en El Corte Inglés se gastó 100.000 euros, al margen de juguetes, fruta, entradas de cine, hoteles de lujo, o compras en Loewe, entre otras.

Mientras Rato y Blesa, que declararon después que él, permanecen en la Audiencia Nacional a la espera de lo que decida el juez, Sánchez Barcoj ha abandonado el juzgado sin medidas de tipo alguno.