El factor que más influye en el comportamiento del conductor es ser consciente de los peligros de la carretera, según la encuesta “Hábitos de Conducción” realizada por TNS para el Centro de Estudios de Seguridad Vial Ponle Freno AXA. Y el factor humano es el principal responsable de los accidentes en carretera. Curiosamente, los conductores no tienen en cuenta la antigüedad del vehículo ni el estado de las carreteras, lo que para María Seguí, directora general de Tráfico, muestra “los grandes errores de percepción en la sociedad” sobre la seguridad vial.

El consumo de drogas y de alcohol (el 20% de los conductores reconoce hacerlo), circular en moto sin casco, o en bici sin luces de noche, son los comportamientos más peligrosos según los conductores. Llama la atención que el 60% ignora incluso el límite legal (0,25 mg/litro).

El exceso de velocidad en ciudad (el 32% de los conductores conduce a más de 65 km/hora), fumar mientras se conduce, saltarse los semáforos en ámbar (el 45% de los conductores lo hace) o no descansar tras dos horas de conducción (más de la mitad) son considerados menos peligrosos.

Las mujeres se sienten más inseguras al volante, y reconocen en mayor medida que las mujeres la peligrosidad de esos comportamientos. De nuevo, diferencia entre la percepción y la realidad, porque según la directora general de Tráfico “el riesgo de morir en carretera es tres veces mayor en los hombres que en las mujeres”.

Los motoristas sienten una menor sensación de peligro que el resto de conductores. El peatón reconoce que cruza la calle por zonas no señalizadas, con el semáforo en rojo, escuchando música o hablando por el móvil.

El 40% de los conductores creen que los límites de velocidad tienen un objetivo recaudatorio, al ser el comportamiento al volante que genera más sanciones.

Cero víctimas en 2020

Javier Bardají, de A3 Media, recuerda que Ponle Freno AXA acumula ya ocho años de vida, y que la campaña 2020 Cero Víctimas está ayudando a que en lo que va de año se registren 27 días sin víctimas mortales por accidentes de tráfico, cuando en todo 2013 fueron 29.

María Seguí señala que en 2013 se han alcanzado las cifras de mortalidad en carretera previstas para 2020, que este año los números son alentadores, aunque insiste en que sigue existiendo “un amplio margen de mejora en siniestralidad vial”. Argumenta que “es un error pensar que la política de seguridad vial debe centrarse en los grandes riesgos, porque también los pequeños son importantes”. Y pone como ejemplo el creciente número de atropellos de peatones que cruzan la calle mirando el móvil o escuchando música; que no se vea como peligroso ir en ciudad a más de 65 kilómetros hora; o que el 11% de los padres reconozca que no lleva a sus hijos adecuadamente en el coche.