En un comunicado, el Ministerio de Hacienda justifica esta supresión, adelantada hoy por el diario ‘Expansión’, afirmando, por un lado, que trata de anular beneficios particulares para generalizarlos por la vía de la reducción de los impuestos para todos, y por otro lado, asegura que quiere lograr la máxima neutralidad de la norma fiscal, de manera que la decisión de cómo organizar la actividad empresarial se base en criterios de eficiencia económica, «libre de sesgos fiscales».

Además, afirma que un dato que acredita la necesidad de buscar la generalidad de la extensión de la reducción de la carga fiscal para favorecer la equidad y la justicia tributaria es que este beneficio se disfrutaba en un 67% por autónomos con rendimientos declarados de más de 60.000 euros.

Hacienda precisa que la medida, según el presupuesto de beneficios fiscales que aparece en los Presupuestos de 2015, supondrá un coste para quienes se beneficiaban de la deducción de 57,73 millones de euros y, por tanto, un ahorro equivalente para las arcas públicas.

El departamento de Cristóbal Montoro añade que el compromiso de este Ministerio con el estímulo de la actividad empresarial en el ámbito de la pyme y los autónomos, como «motor del crecimiento económico», es un hecho «avalado» por las medidas adoptadas desde el inicio de la legislatura, entre las que destaca la reducción del 20% de los rendimientos en el IRPF para los nuevos emprendedores durante dos años.

Además, recuerda que la reforma del IRPF aumenta el alcance del beneficio a las pymes de nueva creación, que tributarán en el primer periodo impositivo en que la base imponible resulte positiva y en el siguiente al 15% por toda su renta. Además, en el Senado el PP ha introducido una enmienda en el IRPF que profundiza en la rebaja de retenciones a los autónomos, de manera que bajan del 21% al 19% en 2015 y al 18% en 2016.