El Banco Sabadell, prácticamente la única gran entidad que mantiene bajo su control total su filial inmobiliaria, ha conseguido que Solvia logre la adjudicación de la primera fase del Proyecto Íbero. Mediante este plan, la Sareb, más conocida como el ‘banco malo’, irá sustituyendo a las entidades nacionalizadas y que han recibido ayudas públicas y que, por tanto, estaban obligadas a ceder los activos y créditos inmobiliarios ‘tóxicos’, y que finalizan sus contratos de gestión el 31 de diciembre: Liberbank, Banco Ceiss (en proceso de absorción por Unicaja), Banco Gallego (integrado precisamente en el Sabadell) Novagalicia Banco (en proceso de fusión con el Banco Etcheverría, controlado por el grupo venezolano Banesco), BMN, Catalunya Bank (adjudicado al BBVA), Caja 3 (absorbido por Ibercaja), Banco de Valencia (adjudicado a CaixaBank), y Bankia.

La Sareb, en un proceso competitivo supervisado por un auditor externo, ha adjudicado a Slvia la gestión de una cartera formada por 42.900 activos. El acuerdo entrará en vigor en enero de 2015 y tendrá una duración de siete años.

La cartera está formada por más de 33.000 inmuebles procedentes de Bankia, el mayor contribuyente, Banco Gallego y Banco Ceiss. Y préstamos y créditos con algún tipo de garantía inmobiliaria procedentes de las dos últimas entidades,

Los activos fueron valorados en el momento de la transmisión a Sareb en unos 7.000 millones de euros, y están localizados fundamentalmente en Madrid, Comunidad Valenciana, Cataluña, Castilla-Leon y Galicia.

Al seleccionar la propuesta de Solvia, Sareb ha tenido en cuenta, entre “un amplio número de criterios relacionados fundamentalmente con su operativa de negocio y su capacidad tecnológica”, especialmente la experiencia en migraciones de carteras vinculadas al sector inmobiliario.

También se ha tenido en cuenta su desempeño como gestor de activos de Sareb, dado que Solvia tiene en la actualidad bajo su responsabilidad la gestión y comercialización de la cartera procedente de Banco Gallego.

Otros de los aspectos que han pesado en la elección de Solvia han sido la calidad de su plataforma tecnológica, la dotación de los equipos dedicados a este proyecto, su capacidad de penetración geográfica y sus planes de comercialización.

 Gran interés

“La urgencia en poner en marcha la compañía determinó que inicialmente la gestión recayese por decisión administrativa en las entidades cedentes, pero ahora que vencen estos contratos es el momento idóneo para profesionalizar la gestión”, explica la presidenta de la Sareb, Belén Romana.

El consejero delegado, Jaime Echegoyen, subraya “el gran interés que ha despertado el concurso, lo que ha permitido mantener una alta competencia en todas sus fases”. Y resalta que el Proyecto Íbero “encaja con el plan estratégico que se ha marcado la compañía para los próximos años de crear valor en su cartera”. “La contratación de gestores eficientes ayudará a la Sareb a gestionar y vender sus activos de una manera óptima y rentable”, añade.

Con Íbero, la Sareb “busca alcanzar una mayor calidad y eficiencia en la gestión de sus activos, aprovechando la aparición de nuevos operadores profesionales y especializados en la gestión a terceros”. Además, “buena parte de las entidades que generaron el balance de Sareb han renunciado a prestar este servicio o han acabado vendiendo sus propias plataformas inmobiliarias a estos nuevos agentes del mercado”, añaden en el ‘banco malo’.

Una vez resuelta esta primera cartera, la Sareb proseguirá con el estudio de las ofertas que se han presentado para las otras carteras pendientes de adjudicación, y que están integradas por los activos financieros e inmobiliarios procedentes de Liberbank, Novagalicia Banco, BMN, Catalunya Bank, Caja 3 y Banco de Valencia, así como los préstamos generados por Bankia.