Jordi Hereu, que ganó las primarias con el apoyo de la militancia barcelonesa para a ser cabeza de cartel del PSC en las municipales, asegura que “la batalla de Barcelona está abierta”, mientras hizo oídos sordos a los silbidos que recibió en la inauguración de un monumento en Montjuïc. El actual alcalde puede tener el apoyo de su federación en contra de la dirección del partido pero es evidente que tiene un muy bajo aprecio entre los barceloneses.

El confía en remontar los datos de las encuestas y por ello exige al partido que cierre filas en torno a su candidatura. Además sus aspiraciones parecen ir más lejos; concretamente liderar al grupo de alcaldes socialistas de cara al futuro congreso del partido: «La renovación del PSC es absolutamente necesario”, señala Hereu. Este grupo se une a la plataforma liderada por el eurodiputado Raimon Obiols que también propone desde su plataforma “Nou cicle” (Nuevo ciclo) una renovación radical de la formación. Aglutinando buena parte del sector nacionalista del partido, Obiols propone una alianza de la izquierda social y política catalana.

Los movimientos precongresuales, sin embargo, quedan en segundo plano de cara a unos comicios que los socialistas plantean a cara de perro. Para ello el partido ha designado a su secretario de organización José Zaragoza como director de campaña, Mientras Hereu centra sus intervenciones en infundir el miedo a “qué viene la derecha”, asegurando que “si gobierna la derecha, Barcelona se parará” o “Catalunya hará pagar la crisis a la ciudad y el ajuste se llamará Barcelona”.

Entretanto su rival más directo, Xavier Trias, no se siente inquieto por la actividad de Hereu y sigue su tranquilo camino. Concretamente estos días realiza un viaje a Nueva York y Boston para pronunciar sendas conferencias. Lo hace además financiando el viaje a un grupo de periodistas de medios barceloneses para que resalten su estancia americana.

Trias sí que está preocupado porque el goteo de recortes de la Generalitat no le reste votos. Mientras desde las distintas consejerías van anunciando recortes en temas sociales (la última –a la hora de escribir esta crónica-el anuncio del consejero de Sanidad eliminando el derecho a ser operado en un plazo de 180 días), Artur Mas pretende enviar a la sociedad un mensaje de optimismo.

Avala con su presencia a las pequeñas y medianas empresas que crean puestos de trabajo, dado que ”estamos en un momento que la prioridad del país está centrada en hacer crecer el tejido productivo y a través de él crear puestos de trabajo” y añadió que “al final , la suma de muchas pequeñas y medianas unidades que crean puestos de trabajo hacen grande la suma y será la única forma de reducir las escandalosas cifras de paro que tenemos tanto en casa como en el resto del Estado español”. Según el presidente las actuales restricciones han de llevar a un plazo no lejano a salir de la actual crisis.