El seguro de Vida gestiona ahorro de sus clientes por un valor global de 199.886 millones de euros al finalizar los primeros nueve meses, lo que supone el 3,05% más que en septiembre de 2013. De esa cantidad, 165.307 millones corresponden a productos de seguro y el resto, 34.579millones, a patrimonio de partícipes de planes de pensiones gestionados por las aseguradoras.

Las provisiones, o ahorro de los clientes gestionado por el seguro de Vida, se elevan a 159.940 millones, lo que representa un crecimiento interanual del 3,4%.

El ahorro gestionado por el seguro de Vida individual sube el 4,95% desde septiembre de 2013, pero su ritmo de crecimiento baja al 2,9% desde enero de este año. En cambio, el colectivo baja el 1,51% interanual y un 1,31% desde enero.

Los grandes protagonistas del año son los planes individuales de ahorro sistemático (PIAS), que alcanzan los 5.745 millones en ahorro gestionado, registrando un crecimiento del 46,18% sobre septiembre de 2013. Los planes de previsión asegurados (PPA), han crecido un 6,86% interanual, con un ahorro gestionado de 13.018 millones.

 El problema de la demografía

La presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, aprovecha su participación en el Insurance World Distribution Congress 2014, organizado por Inese, para insistir en que los españoles tendrán «suerte» si se conserva en el futuro el actual nivel de generosidad del sistema de pensiones, pero que, atendiendo a las tendencias demográficas de España, «no cabe descartar que pueda haber nuevos ajustes en el futuro».

«El problema estructural, el problema que no se irá de ahí cuando la crisis haya terminado, el problema que de verdad plantea dificultades al sistema de reparto, es la demografía”, argumenta.

Pilar González de Frutos propugna  «no desmantelar» el Estado del Bienestar, pero sí por «repensarlo». Y destaca el fondo de reserva, que sirve para que los años de «excedente» resuelvan el impacto en las pensiones durante las etapas de crisis.

La presidenta de Unespa cree que la sociedad está preocupada porque no ha encontrado a nadie que les asesorase «desde la lealtad y el conocimiento» sobre el futuro de las pensiones. En este sentido, la labor de las aseguradores es crear productos con las últimas innovaciones financieras y actuariales, explicarlos y hacerlos comprensibles para todo el mundo rebajar la angustia del cliente, hablarle con franqueza y ayudarle a prevenir el riesgo.

«Solo después de eso, sólo después de haber centrado al cliente en el objetivo que busca y las herramientas de que dispone, hablarle de rentabilidad«, precisa Pilar González de Frutos.