La decisión de Sanitas, adoptada el 21 de abril, por la que procedía a fijar una jornada anual de trabajo de 1.700 horas, ha sido revocada por la sentencia de la Audiencia Nacional Nnº 0178/2014 que declara “nula” esa medida, condenando a la entidad a dejarla sin efecto y declarando el derecho de los trabajadores a seguir con 1.454 horas.

Esta sentencia afecta a cerca de 1.000 trabajadores de Sanitas y, según la Federación de Servicios de UGT, adquiere mayor relevancia, ya que “en los fundamentos de Derecho, reconoce que el Acuerdo de horarios del año 2003, vigente en la compañía, tiene la misma eficacia que los Convenios Colectivos y por tanto la vía para la modificación de condiciones de trabajo contemplados en él, no es la del artículo 41 del Estatuto de los Trabadores, sino la del artículo 82.3”.

“Esta circunstancia es especialmente importante, ya que en caso de no lograrse acuerdo con la representación de los trabajadores, el procedimiento que establece el artículo 82.3, impide a la empresa dejar de aplicar por sí misma, condiciones de trabajo establecidas en el citado acuerdo y deriva tal potestad a un tercero, ya se trate de un proceso arbitral o bien de la Comisión Consultiva de Convenios Colectivos”, insiste el análisis realizado por UGT.

De esta forma, “se otorga un estímulo adicional a la vía de la negociación colectiva, si lo que se pretende es evitar un proceso arbitral que conlleve dejar la resolución de los asuntos de índole interno en manos de un tercero ajeno a la compañía”.

Precisamente ésa ha sido, desde el principio del conflicto, la vía planteada por las Secciones Sindicales de FeS-UGT y de CCOO. Los sindicatos “hemos manifestado hasta la saciedad, la necesidad de negociar un Convenio Colectivo de Empresa, en la que se regulen todas las peculiaridades y condiciones de trabajo del colectivo de trabajadores de Sanitas”

Desde FeS-UGT “queremos hacer un llamamiento a la Dirección de SANITAS e invitarles a la reflexión: Las cosas no se hacen así. Las problemáticas existentes y sus soluciones deben ser negociadas y no impuestas”.

El sindicato también recuerda que “Sanitas se vanagloria de ser una empresa reconocida como familiarmente responsable y situada en el top ten de las mejores empresas para trabajar”, lo que se contradice con la imposición de una jornada laboral anual superior en 246 horas al actual.