Los bancos españoles pronostican un incremento de la demanda de crédito en el tramo final del año. Especialmente en financiación de empresas y en consumo por parte de las familias. La Encuesta sobre Préstamos Bancarios correspondiente al tercer trimestre, que publica el Banco de España en su Boletín Económico, refleja que los criterios de aprobación de estas operaciones de financiación seguirán sin cambios.

Pero las condiciones de los préstamos, y en particular los márgenes aplicados, se suavizaron mucho más en España que en el conjunto del área del euro. También fueron mayores que en la Eurozona las solicitudes de financiación por parte de las empresas.

La demanda de financiación a largo plazo no ha sufrido cambios. En los préstamos a corto plazo, crecen más las peticiones de las pymes que las de las grandes empresas.

Las peticiones de préstamos por parte de las familias para adquisición de vivienda se mantuvieron estables, lo mismo que los criterios de aprobación.

En cuanto a las condiciones de los nuevos créditos, los márgenes aplicados a los préstamos descendieron nuevamente.

«La favorable evolución de los mercados de deuda soberana contribuyó a mejorar las condiciones de financiación de las entidades, y no influyó en los criterios de concesión de los nuevos créditos en España», señala Miguel García-Posada, del Servicio de Estudios del Banco de España, en el análisis de la Encuesta.

«De cumplirse sus expectativas, las solicitudes de fondos aumentarían en ambas áreas y en todas las modalidades, de forma más acusada en España que en la zona del euro», añade. La mitad de las entidades encuestadas en España participó en la subasta de liquidez del Banco Central Europeo (BCE) de septiembre. Y la mayoría de las que fueron entonces volverán a hacerlo en diciembre.

FGD para una “verdadera” Unión Bancaria

En otro trabajo, Antonio Millaruelo y Ana del Río, del Servicio de Estudios del Banco de España, analizan la construcción de la Unión Bancaria en Europa. El Banco de España defiende la necesidad de establecer un fondo único de garantía de depósitos para conseguir una «verdadera» Unión Bancaria. Ésta es un “paso fundamental” para avanzar hacia una unión económica y monetaria.

Y defiende revisar el alcance del fondo único de resolución, particularmente su capacidad para afrontar eventuales crisis de carácter sistémico «de cierta magnitud».

El establecimiento de la Unión Bancaria, concebida para romper el vínculo entre el riesgo soberano y el bancario, constituye «el avance más significativo en el terreno de la integración económica de la Unión Europea desde la adopción del euro». Y contribuirá «de manera apreciable» a restaurar la integración de los mercados financieros en la UE, a debilitar algunos de los vínculos entre el riesgo financiero y el soberano y a reducir la exposición de los contribuyentes al coste de rescates bancarios en el futuro.