El Banco de España determina en un informe pericial remitido al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que las cuentas anuales de 2011 que Bankia aprobó en marzo de 2012, bajo la presidencia de Rodrigo Rato, y las que reformuló en mayo de ese año, ya con José Ignacio Goirigolzarri al frente de la entidad, «no expresaban la imagen fiel» del banco.
El informe, que ha sido entregado por dos peritos del regulador y puesto a disposición de las partes del ‘caso Bankia’, señala que tanto en las cuentas de Rato, que presentaban unos beneficios de 309 millones de euros, como en las de Goirigolzarri, que apuntaban a unas pérdidas de 2.979 millones, existían «ajustes de importancia material no contabilizados».
Los peritos, que trabajan en este informe desde octubre de 2012, destacan que las cuentas anuales individuales y consolidadas de Bankia y su matriz, el Banco Financiero de Ahorros (BFA), desde la constitución del Sistema Integrado de Protección (SIP) el 31 de diciembre de 2010 hasta la aprobación de las cuentas de 2011, aprobadas en marzo del año siguiente y reformuladas en mayo, «no cumplen con la normativa del Banco de España» debido a la existencia de «errores contables».
Estos errores son «el resultado de omisiones o inexactitudes resultantes de fallos al emplear la información, que estaba disponible cuando los estados financieros para tales periodos fueron formulados y que el Grupo BFA/Bankia podía y debía haber empleado en la elaboración de los estados», según el informe.
A juicio de los expertos, «todos estos errores fueron conocidos, en gran parte, y puestos de manifiesto en la reformulación practicada» por los nuevos gestores, que no llevaron a cabo «un cambio de estimaciones contables, como indican». «El estudio de estos ajustes pone de manifiesto que la reformulación era necesaria, si bien motivada por errores y fallos contables al utilizar información disponible», concluyen.
En relación con las cuentas que fueron reformuladas en mayo de 2012, el informe apunta que existían «pérdidas no registradas por importe aproximado de 900 millones», al tiempo que «se incluían indebidamente 1.151 millones en el neto patrimonial como intereses minoritarios». Estas dos anomalías se produjeron como consecuencias de «los contratos realizados con accionistas minoritarios de Bancaja Inversiones S.A.».
Además, los peritos apuntan que el ajuste de los activos fiscales del BFA puede considerarse «incorrecto» porque «a fecha de la reformulación era evidente la recuperabilidad de al menos 1.428 millones».
Tras recordar que el Grupo Bankia registró en la cuenta de resultados consolidada del ejercicio 2012 saneamientos por 20.807 millones de euros, a los que hay que sumar otros 3.100 millones atribuibles al traspaso a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), el informe señala que «es evidente que parte de estos deterioros eran anteriores a 2012».
Pésimo seguimiento del riesgo de crédito
En relación con los estados contables presentados por el equipo de Rato, los peritos destacan que «la documentación analizada pone de relieve la pésima calidad del seguimiento del riesgo de crédito, pues buena parte de los expedientes carecían de estados financieros de los acreditados y de información actualizada sobre las garantías». «Ello explica en parte el deterioro de la inversión crediticia, en perjuicio de accionistas y acreedores», señalan.
En cuanto al BFA, el Banco de España señala que «no saneó» su participación en la entidad ni «se dieron de baja los activos fiscales». «Estos ajustes debieron registrarse en la fecha de los primeros estados después de la salida a Bolsa«, dice el informe.
Con respecto a Bankia, en la reformulación se registraron «saneamientos adicionales de activos y préstamos por 4.168 millones que en parte correspondían a deterioros de ejercicios anteriores, de los que, según la documentación examinada, no puede alegarse desconocimiento en la formulación original de las cuentas».
En relación con el Banco de Valencia, que pertenecía al Grupo BFA, el Banco de España señala que sus estados financieros a 31 de diciembre de 2010 tampoco expresaban «la imagen fiel de la entidad», ya que sus «deterioros» no se generaron «en el segundo semestre de 2011 sino que venían de años anteriores».
En concreto, la entidad declaró en 2011 pérdidas consolidadas antes de impuestos de 1.298 millones y 922 millones después de impuestos, por saneamiento de préstamos y activos inmobiliarios que redujeron el patrimonio neto a 368 millones.
Sin embargo, los peritos destacan que sus responsables declararon «durante años beneficios recurrentes» hasta junio de 2011, cuando el patrimonio neto ascendía a 1.282 millones. El Banco de Valencia fue intervenido por el Banco de España el 21 de noviembre de 2011.
Los exconsejeros de Bankia así como la entidad como persona jurídica y el propio BFA están imputados indiciariamente por los delitos de falsificación de cuentas, administración desleal, maquinación para alterar el precio de las cosas y apropiación indebida.
Los peritos actúan con independencia
El Banco de España ha pedido que no se le impute el contenido de los informes sobre Bankia elaborados por los peritos del supervisor porque estos actúan «con independencia y a las órdenes exclusivas del juez instructor, sin que su condición de empleados del Banco implique relación alguna con este último en el marco de esta tarea pericial».
«Ni los peritos pueden recabar del Banco de España instrucciones para realizar ese trabajo ni el Banco puede influir en ellos a tal efecto, por lo que es improcedente imputar al Banco de España sus criterios o el contenido de sus informes», ha señalado el supervisor en un comunicado.
El Banco de España ha reaccionado así después de que los peritos entregaran el informe al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, en el que determinan que las cuentas anuales de 2011 que Bankia aprobó en marzo de 2012, bajo la presidencia de Rodrigo Rato, y las que reformuló en mayo de ese año, ya con José Ignacio Goirigolzarri al frente de la entidad, no expresaban la imagen fiel del banco.
El informe, que ha sido puesto a disposición de las partes del ‘caso Bankia’, señala que tanto en las cuentas de Rato, que presentaban unos beneficios de 309 millones de euros, como en las de Goirigolzarri, que apuntaban a unas pérdidas de 2.979 millones, existían ajustes de importancia material no contabilizados.
Declaraciones de Goirigolzarri
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha destacado que el informe de los peritos del Banco de España que cuestiona el rigor contable aplicado en las cuentas de la entidad correspondientes al ejercicio 2011 y que se aprobaron en marzo de 2012 y fueron reformuladas en mayo de ese mismo año ya bajo su mandato, «no detecta ningún ajuste adicional de provisiones».
En declaraciones a Europa Press, Goirigolzarri ha hecho hincapié en que todas las cuestiones de fondo analizadas en el informe presentado por los expertos al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu «son lejanas en el tiempo» y anteriores a su llegada a la presidencia de la entidad.
«Cuando el nuevo equipo se incorporó detectamos todos los problemas relevantes que había en el grupo y los pusimos encima de la mesa. Quedaron plenamente cubiertos, y hoy en el informe no se ha detectado ningún ajuste adicional de provisiones», ha subrayado Goirigolzarri.
El presidente del banco nacionalizado ha aprovechado para reiterar el compromiso del actual equipo gestor de la entidad de «seguir devolviendo las ayudas a los contribuyentes».
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