Milán, la señora del Duomo

03/03/2011

Pascual Hernández.

Si Roma es el alma de Italia, Milán es su sustento. Una moderna babilonia que aúna riqueza, poder, cultura, industria y belleza. Sorprende la magnitud de su grandiosa catedral, Il Duomo, construída totalmente con mármol, deslumbra su poderío comercial en calles como Corso Vittorio Emanuelle II, Via della Spiga o Montenapoleone, con exclusivas tiendas de moda, y abruma su poderío con industrias textiles, editoriales, químicas, automovilísticas, de maquinaria pesada, acero… Milán es un gigante moderno que disfruta de un hermoso centro histórico. Una ciudad con un millón trescientos mil habitantes cuyo centro y principales lugares de interés puedes recorrer paseando en tres o cuatro horas y un área metropolitana que se dispara a más de 4 millones de residentes y puede llegar a resultar un difícil laberinto para quien la desconoce.

He estado en varias ocasiones y estaciones en la ciudad y, salvo en invierno, donde el frío aprieta dada su proximidad a los Alpes, es interesante. A sus numerosos atractivos monumentales y culturales debemos sumar el de la suculenta gastronomía lombarda e italiana y el carácter extrovertido de sus habitantes, aunque no sean precisamente los milaneses los más abiertos del país trasalpino. Tienen fama también de ir a todos lados con prisa, lo cual es cierto, y son elegantes. Evidentemente en esa elegancia tiene mucho que ver su elevada renta per capita y el ser uno de los grandes referentes mundiales de la moda.

Plaza del Duomo

Para iniciar una visita monumental a Milán el mejor punto de partida es la Plaza del Duomo. Esta monumental plaza rectangular la forman, además de la Catedral, a la que merece subir al tejado, diferentes palacios y edificios, como el Palazzo Reale, que se sitúa al sur, el Palacio Broletto; la pintoresca Logia de los Osii; el Palacio de las Escuelas Palatinas, barroco (siglo XVII) y la Casa de los Panigarola.

Un gran arco del triunfo conecta la Plaza con la Galleria Vittorio Emanuele II, otra maravilla arquitectónica característica de la ciudad.

Teatro alla Scalla

Desde la Plaza del Duomo, atravieso las hermosas bóvedas acristaladas de la Galleria Vittorio Emanuele II, con forma de cruz latina y suelos de mármol con bellos dibujos geométricos y llego al Teatro alla Scala, santuario de la ópera mundial. En ella estrenaron sus obras grandes maestros como Verdi o Puccini.

Si deseas información sobre la temporada de ópera consultar la www.teatroallascala.org/. Salgo del glamour de la ópera para ir en busca del glamour de la moda. A través de la Via Manzoni camino hacia las elegantes, transversales y cercanas Via Montenapoleone y Via della Spiga. Visito la bella Plaza de San Babila y por la Corso Vittorio Emanuele II, con muchos más comercios aún, y centro neurálgico de paseo y compras de los milaneses, regreso por la parte trasera del Duomo. Desde allí busco ahora el Palazzo Reale (fue muchos siglos sede del gobierno de la ciudad, residencia de regentes y actualmente es un importante centro cultural, sede de muestras y exposiciones) y por su parte posterior camino a la Plaza Missori y callejeo hacia el sur, donde se encuentra la hermosa iglesia de San Lorenzo Magiore.

Para más información sobre Milán, consultar www.viajeroshoy.com

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