Con el argumento de autoridad de Louis Pasteur, “hay más filosofía y sabiduría en una botella de vino que en todos los libros”, y bajo el lema “26 años pensando en el mañana”, Carlos Moro, presidente del Grupo Matarromera, anuncia el salto a La Rioja, que acapara el 40% del mercado y es el vino más exportador de España. La empresa ha adquirido, tras más de dos años de prospección del mercado, una bodega en San Vicente de la Sonsierra, con cuatro hectáreas de viñedo propio, con capacidad inicial inferior a 200.000 litros, que serán un millón de botellas a medio plazo.

La inversión inicial es de cuatro millones de euros. Matarromera invertirá en tecnología para la elaboración de vinos de “máxima calidad” en la nueva bodega, pero también en enoturismo: una tienda con ‘wine bar’ y sala de catas, y un elevador panorámico para contemplar el proceso productivo del vino. Habrá recorridos turísticos relacionados con el vino entre Castilla y León y La Rioja.

La bodega de La Rioja, cuyos primeros caldos saldrán al mercado a finales de 2015, facturará cerca de un millón de euros en su primer año completo de actividad (2016), y ayudará a Matarromera a superar los 22 millones en ventas ese ejercicio, consolidándose como uno de los principales grupos bodegueros españoles. Este año terminará con 19,5 millones, el 4,8% más que en 2013, y las previsiones para 2015 son de 21,5 millones.

Carlos Moro, que reconoce que el salto a La Rioja era un proyecto que llevaba varios años en la cartera, recuerda que la primera vendimia de Matarromera se produjo en 1994, seis años después de la creación de la empresa. Tras la última adquisición, el grupo, que es el mayor propietario de viñedos de Castilla y León, cuenta con ocho bodegas en seis denominaciones de origen (Ribera del Duero, Toro, Cigales, Rueda, Castilla y León, y Rioja), y una actividad muy diversificada: aceite de oliva, hotel, restaurante, destilados, vino de baja graduación y sin alcohol, cosméticos basados en los polifenoles de la uva, enoturismo.

Preservar la excelencia

“Ser una empresa familiar nos permite ser ambiciosos en los objetivos. Pero también en preservar la excelencia, porque nos importa más la calidad que la cantidad. En la nueva bodega seguiremos haciendo productos de alto nivel, un vino amable, que guste a la gente”, subraya el presidente del Grupo Matarromera.

Carlos Moro justifica el salto a la Rioja: “es el 40% del mercado, el más exportador”. “Es un salto estratégico corporativo que nos permite la entrada en la principal denominación de origen de España, aumentar nuestra cuota de mercado, las ventas, la facturación y las exportaciones”, señala. “Creemos que podemos aportar, pero sabemos que tenemos mucho que aprender de La Rioja. El mercado, el consumidor, nos dirán hasta dónde llegamos, pero nuestro reto es encajar la tradición con un concepto de vino más moderno, como el que tiene Matarromera”, insiste.

“No queremos parecernos a nadie, buscamos ser lo que somos, seguir nuestro propio camino”, concluye.