Uno de los contratos internacionales más relevantes en manos de empresas españolas atraviesa una etapa muy delicada. La marcha de la construcción del AVE entre Medina y La Meca no parece satisfacer al nuevo ministro Transportes de ese país y presidente de Saudi Railways Organization, Abdullah Al-Muqbel. En una reunión con las empresas titulares del proyecto ha reclamado más celeridad en la materialización de las obras, así como un plan para posibles contingencias.

El representante del Gobierno saudí ha exigido que antes de dos meses el consorcio presente un programa para hacer frente a posibles retrasos en el desarrollo del proyecto, según informa Arab News.

En el consorcio están presentes, además de Adif y Renfe -que se encargarán del mantenimiento y la gestión de la línea, respectivamente- , compañías como Talgo, OHL, la ingeniería pública Ineco, así como Indra y Cobra.

En realidad no es la primera vez que el Gobierno de Riad advierte su disgusto por la marcha de las obras, pero, en esta ocasión, el tono ha subido y se llega hablar de acciones legales, así como la retirada de la adjudicación.

No es la primera vez que miembros del Ministerio de Transporte elevan el tono en sus peticiones. El ministro amenaza ahora, según el rotativo, con que esta es la última advertencia antes de adoptar acciones legales contra el consorcio e incluso iniciar el procedimiento para retirar el contrato. Se trata de un tema que se sigue al detalle por parte del Ministerio de Fomento; su titular, Ana Pastor, estuvo implicada en todas las etapas del concurso, mientras que el consorcio niega retrasos en la parte que le corresponde.

Además las compañías del consorcio comienzan a moverse para evitar la salida más traumática que además podría influir de forma negativa en otros concursos relacionados con el transporte ferroviario de alta velocidad. En esta línea, alguna de la firmas del grupo , como OHL, estarían planteando asumir más responsabilidades en el grupo.