«La OID, es una organización de ámbito estatal que imprime, distribuye y comercializa productos de lotería de carácter ilegal en todo el territorio nacional, de forma ambulante, y mediante un portal de Internet», explica Hacienda.
Desde que inició su actividad en el año 1994, organizó y comercializó una lotería denominada ‘Boleto del discapacitado’, de la que «nunca obtuvo título habilitante y que, con el transcurso de los años, se extendió a todo el territorio nacional», han puntualizado.
La Ley de Regulación del Juego reserva legalmente la actividad de loterías de ámbito estatal, con carácter no ocasional, a la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (Selae) y a la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE).
Extrañamente, no se mencionan las más de 120 decisiones de los tribunales españoles, incluyendo la Audiencia Nacional, que se han dictado a favor de la OID, y en las que se afirma que no consta en ningún tribunal de España ninguna demanda contra la OID por impago de premios y que además su actividad no es ilegal. De la misma manera, en los boletos de la OID, consta expresamente y en lugar destacado que su venta está prohibida a los menores de edad. Llama la atención, también, la celeridad en imponer la multa, en vez de otorgar las concesiones administrativas, que la misma Ley le falculta al organismo en cuestión, para reconocer a la OID y poner fin a una injusta situación de monopolio que contraría las leyes europeas. Tampoco se mencionan a los voluntarios, colaboradores y trabajadores del OID y su encomiable labor.