El Grupo Santander terminó 2014 con un beneficio neto atribuido de 5.800 millones de euros, según las cifras provisionales y no auditadas hechas públicas con motivo de la macroampliación de capital puesta en marcha. Este resultado supone un aumento superior al 30% sobre 2013, que hubiera sido del 40% si se excluye el impacto de los tipos de cambio.

La clave de esos beneficios está en la recuperación de los ingresos, que crecen el 6%, impulsados por el margen de intereses, que sube el 8%, y por las comisiones, que lo hacen el 6%.

Los costes suben la mitad que los ingresos: el 3%, “claramente por debajo de la inflación media de los principales mercados del grupo, reflejando las sinergias derivadas de las integraciones realizadas y la aplicación de los planes de productividad y eficiencia, que son superiores a lo inicialmente previsto”, subrayan en el Santander.

Además, las dotaciones para insolvencias, las provisiones, se reducen un 10%, especialmente en Brasil, España, Reino Unido y Portugal. En consecuencia, el coste del crédito se sitúa ya por debajo del 1,5%, frente al 1,7% de 2013.

Los créditos muestran crecimientos frente a septiembre de 2014 en euros constantes. El aumento es del 3% en América Latina. Los depósitos permanecen estables.

La morosidad, 5,2% en el grupo con cobertura del 68%, mejora por cuarto trimestre consecutivo. Las entradas en mora bajan prácticamente a la mitad sobre las acumuladas en 2013.