En la misma línea que el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, y en el mismo escenario, el Spain Investors Day, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, afirma que la recuperación económica aumenta el margen disponible para bajar los impuestos, y por tanto ir más allá de la última reforma fiscal.

“El Gobierno siempre quiere bajar la presión fiscal», argumenta. Pero De Guindos condiciona esa bajada de impuestos a que se consolide definitivamente la recuperación, y no sólo a que se incremente la recaudación fiscal.

El ministro destaca que la economía española ha empezado 2015 con una velocidad de crucero superior al 2%, por lo que será “el año de la recuperación”. España será el país europeo que más crezca, apoyándose en las ganancias de competitividad, la mayor disposición de crédito, el abaratamiento del petróleo, el tipo de cambio más favorable y la creación de empleo.

De Guindos reconoce tres grandes riesgos: la situación económica de la Eurozona y de Grecia, aunque este país no saldrá del euro ni habrá contagio porque “la UE es más resistente y cuenta con cortafuegos”, Rusia, y Oriente Medio.

Estabilidad política para seguir con las reformas

La estabilidad política ha sido uno de los factores que han ayudado a la recuperación de la economía española, y es una de las cuestiones que mejor se valora en los mercados de capitales. De Guindos está convencido de que los ciudadanos españoles tendrán en cuenta este hecho en las elecciones., ya que disponer de mayoría en el Parlamento permite aprobar más fácilmente las reformas y las medidas necesarias para consolidar la recuperación.

En este sentido, cree que hay que seguir con las reformas y evitar la complacencia para tratar de recuperar los niveles de renta y de empleo anteriores a la crisis. De Guindos insiste en que la tasa de paro es «inaceptable política, social y económicamente”, pero también en que la reforma laboral ha permitido que la economía sea capaz de crear empleo pese a crecer sólo el 1%

Aunque destaca que la inflación negativa ya implica una cierta ganancia de poder adquisitivo, el ministro de Economía parece inclinarse por una continuidad de la moderación salarial, porque ha contribuido a la ganancia de competitividad de las empresas. En cualquier caso, deja claro que esta cuestión depende de las empresas y de sus trabajadores, no del Gobierno.