La huelga y la movilización ha forzado a Burger King a dar marcha atrás a los recortes salariales y de condiciones de trabajo planteados a una plantilla de 90 trabajadores. La empresa, que pretendía desligarse del convenio de hostelería, ha admitido además readmitir a una trabajadora que, según CCOO, fue despedida para amedrentar a su pareja, un delegado sindical que actuaba en representación de la plantilla.

Burger King acordó ayer retirar el recorte salarial del 3% que pretendía aplicar a la plantilla de tres centros en Gijón. La empresa, que alcanzó el acuerdo en el paso de mediación previo a la huelga, pretendía desligar a parte de su plantilla de la protección que ofrece el convenio de hostelería, y dejarlos al amparo del Estatuto de los Trabajadores, mucho más básico.

Burger King Siscor Norte S.L se compromete a aplicar el convenio colectivo de hostelería desde enero de 2015, en lugar del Estatuto de los Trabajadores, tras su paso esta semana por el Servicio asturiano de solución extrajudicial de conflictos, el Sasec.
La empresa, informa CCOO, abonará los atrasos pendientes a la plantilla, y suspenderá la aplicación desde enero de 2015 de la modificación sustancial de condiciones de trabajo que pretendía. También incorporará a los motoristas que reparten la comida a domicilio al convenio colectivo de hostelería y readmitirá a una trabajadores despedida.

Cuatro jornadas de huelga

El acuerdo sellado en mediación llega después de una intensa campaña de movilizaciones, que ha incluido 4 jornadas de huelga y una manifestación, celebrada el pasado 27 de diciembre.

Burger King da marcha atrás a su pretensión de recortar un 3% los salarios, eliminar la paga de entre 40 y 200 euros asociada al plus de nocturnidad, y suprimir otros beneficios, como la denominada ‘paga de Santa Marta’, la ayuda al economato y un complemento por Incapacidad Temporal (IT).

Además, la empresa aspiraba dejar el descanso semanal de la plantilla en un día y medio, y recortar otras ventajas pactadas, como los permisos parar exámenes, por hospitalización y para ir al médico, hasta el nivel más básico que marca el Estatuto de los Trabajadores.

A pesar de la resolución de la Inspección de Trabajo, Burger King quería también sacar a los repartidores a domicilio del paraguas de protección que fija el convenio de hostelería.

“Amenazas” y despido

El pacto recoge también una cláusula por la cual la empresa se obliga a readmitir a la trabajadora despedida, tal y como deseaban los sindicatos. CCOO argumenta que el despido de esta trabajadora se produjo dentro de una “campaña de hostigamiento y amenazas”, que la empresa enfocó en la familia de los representantes sindicales.

En concreto, la mujer despedida, y que ahora deberá ser readmitida, es la mujer de uno de los delegados sindicales que representa a la plantilla, sostiene CCOO. Este sindicato se atribuye la mayoría en la representación de la plantilla, con 5 delegados.