La facturación del fabricante estadounidense de microprocesadores experimentó un incremento del 6%, hasta un récord de 55.870 millones de dólares (47.347 millones de euros).

En concreto, Intel registró un crecimiento del 4,2% en su negocio de ordenadores personales, mientras que el área de datos incrementó un 18,3% sus ingresos.

En el cuarto trimestre, Intel obtuvo un beneficio neto de 3.661 millones de dólares (3.102 millones de euros), un 39,4% más, mientras sus ventas crecieron un 6,4%, hasta 14.721 millones de dólares (12.475 millones de euros).

«El cuarto trimestre representó un fuerte final para un año récord», declaró el consejero delegado de Intel, Brian Krzanich, quien destacó que la compañía logró reactivar su negocio de PC, así como incrementar su actividad en el segmento de datos e introducirse en el negocio de tabletas.

De cara a 2015, Intel prevé incrementar sus ventas en torno a un 4% o 5%, mientras que su gasto de capital para el próximo año rondará los 10.000 millones de dólares (8.547 millones de euros).