El primer ministro italiano, Matteo Renzi, ha recalcado la importancia de una «nueva reforma» en Europa que cambie su dirección económica y subrayó el «nuevo papel» que juega el Banco Central Europeo (BCE) en este contexto, que previsiblemente presentará mañana un plan de compra de activos para impulsar la economía del viejo continente.

Durante su intervención en el Foro Económico Mundial, Renzi remarcó que un aspecto importante de una «nueva Europa» es la idea de un futuro centrado en la capacidad de invertir en la nueva generación de ciudadanos y no sólo mantener el tradicional enfoque en el que se considera el futuro como un problema.

«En la cumbre del G-20 de Brisbane del pasado noviembre, todos los países hablaron de la necesidad de invertir en el crecimiento. Europa y la eurozona hablaron solo de austeridad. Es importante prestar atención a los presupuestos, pero también es importante invertir en una nueva relación con los ciudadanos», agregó.

En este sentido, incidió en que los próximos 12 meses van a ser cruciales y advirtió de que Europa debe eliminar el papeleo burocrático o llegará a su fin. Por ello, instó a que el plan Juncker para fomentar el empleo, el crecimiento y la inversión sea implementado cuanto antes.

Renzi ha pedido además a los políticos de todo el mundo que hagan frente a los riesgos a los que se enfrenta la economía y recalcó que sin liderazgo político no es posible invertir en un nuevo mundo. «No ver los riesgos es una estupidez para un político, pero transformar esos riesgos en oportunidades indica la calidad del liderazgo», añadió.

En este sentido, reconoció que abundan los nuevos riesgos, pero remarcó que si los líderes de todo el mundo invierten en el futuro «no como un problema, sino como una oportunidad, resonará un mensaje muy importante: ‘carpe diem'».