Bien por el Ibex

08/03/2011

Miguel Larrañaga. 08-03-2011

Ya es raro que yo defienda al selectivo del mercado español, pero igual que le critico cuando hay que hacerlo, creo necesario ensalzar las cosas que hace bien. Ayer apuntó maneras resistiendo como un jabato y hoy ha vuelto a hacerlo. Junto a su primo el Mibtel italiano ha comandado la recuperación desde mínimos cuando el resto de mercados europeos estaban más sonados de un boxeador que está recibiendo una paliza. Parece mentira cómo a veces los índices más rácanos del continente pueden sacar las castañas del fuego a esos llamados «poderosos» que suelen mirarnos por encima del hombro.

El caso es que los índices europeos no tuvieron ayer un derrumbe, sino tres y a cual más fuerte, y deambulaban con los brazos bajados en busca del siguiente golpazo cuando el Ibex y el Mibtel se empeñaron en emprender una enloquecida carrera en busca de sus niveles de soporte. Sabe bien el Ibex que un nuevo cierre claramente por debajo de los 10.500 puntos puede suponer un serio traspiés en sus desesperados intentos de recuperar el pulso y, seguramente por eso, cuando el Dax perdió los 7.100 puntos a mitad de sesión, pareció desentenderse de todo y de todos, aguantó su propio chaparrón y tiró con fuerza.

Claro, que también cabe la teoría de los que tienen el colmillo más retorcido. Consistiría en una barrida de stops en toda regla, recoger el fruto abajo, muy abajo, y salir disparados amparados en que la OPEP parece que va a ampliar la capacidad de producción de varios de sus países miembros para moderar el alza del precio del petróleo. La jugada, de ser así de cierta, ha salido a pedir de boca, porque se ha juntado con un rumor no confirmado pero sí publicado (vaya manía con publicar rumores) que apunta a que Gadafi estaría negociando su salida de Libia. No es la primera vez que se cuenta semejante cosa (incluso llegó a publicarse que había huido a Venezuela) y yo prefiero no dar pábulo a este tipo de cosas, pero es cierto que el mercado corre que se las pela cada vez que hay algo así.

Total, que entre unas cosas y otras, al final el intento del Ibex fructificó, volvió a superar los 10.500 puntos y una apertura alcista en Wall Street hizo el resto. Es cierto que luego se durmió en los laureles y que el Ibex seguramente debería haber aprovechado mejor el empuje americano, pero el trabajo había quedado hecho, que no es poco, y el lastre del Dax y el FTSE hasta el último suspiro tampoco ayudaron en demasía.

Al final, el selectivo español ganó un 0,70% y llevó en volandas a un CAC que ayer mostró una cara algo mejor que en la víspera hasta avanzar un 0,64%. El Dax, con la lengua fuera llegó justito al toque de campana y subió un 0,04%, mientras el Footsie londinense fue el más rezagado pero logró en un apretado sprint final ganar un 0,02%

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