La cifra de negocio neta del proveedor de servicios de pago con tarjeta alcanzó en 2014 los 34.292 millones de dólares (29.526 millones de euros), lo que supone un 4% más que los 32.974 millones de dólares (28.391 millones de euros) de 2013.

En el último trimestre del año, American Express obtuvo un beneficio atribuido de 1.436 millones de dólares (1.236 millones de euros), un 10,7% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, mientras que su facturación neta sumó 9.107 millones de dólares (7.841 millones de euros), un 6,6% más.

El presidente y consejero delegado de American Express, Kenneth I. Chenault, destacó que estos «sólidos» resultados reflejan los aspectos que han caracterizado su comportamiento a lo largo de 2014: un mayor gasto de los poseedores de tarjetas, un aumento de los balances de préstamos, un estrecho control de los gastos operativos y un sustancial reembolso de capital a los accionistas a través de las recompras de acciones.

«Hemos hechos muy buenos progresos en el contexto de una economía global desigual y con el impacto negativo del fortalecimiento del dólar. Vemos muchas oportunidades de crecimiento, pero al mismo tiempo nos enfrentamos a desafíos competitivos y de regulación», añadió Chenault.

Por este motivo, la empresa informó en la conferencia de prensa posterior a la publicación a los resultados que llevaría a cabo una reestructuración de su negocio que supondrá la supresión de más de 4.000 empleos el próximo año, alrededor del 6% de la plantilla.

De hecho, American Express ya ha incluido en los resultados del cuarto trimestre de 2014 un cargo de 313 millones de dólares (269 millones de euros) correspondientes a cargos de reestructuración de su organización.