Cierra los ojos. Imagina viajar a otra época, sentirte como un héroe de leyenda, empaparte de un entorno medieval, caminar rodeado de almenas, fosos, torreones, pesados terciopelos y antorchas que iluminan tus pasos… Ahora ábrelos: es posible hacerlo y sin salir de España.

Castillo de Grisel. Si quieres sentirte como un noble del medievo, estás de suerte: puedes alquilar para ti solo el Castillo de Grisel que ha sido restaurado durante 30 años. Cuenta con seis habitaciones cuidadosamente decoradas según diferentes géneros literarios.  Grisel es una fortaleza gótica del siglo XIV convertido en un lugar inusual donde alojarte mientras disfrutas de su historia, muros de piedra, salones, patios, capilla y murallas. El lugar rebosa de pequeños detalles como libros, muchos libros, obras de arte, muebles recuperados, fotografías y recuerdos de otros castillos; habitaciones únicas (cada una de ellas es diferente y exclusiva), unas magníficas vistas al campo y la montaña. Y se ubica a los pies del Moncayo, cerca de Tarazona y del Monasterio de Piedra…

Castillo de Cardona. Hoy en día es un Parador que ocupa un castillo del siglo IX y con una torre del siglo II. Está situado junto al río Cardoner y ofrece las mejores panorámicas de la zona, destacando las vistas sobre el pueblo y la ribera del río.  Los interiores conservan vigas abovedadas, paredes de piedra y preciosos patios. Además, en el comedor medieval se sirven especialidades regionales elaboradas con los mejores productos locales. Las habitaciones cuentan con camas con dosel y el mobiliario está inspirado en la época medieval catalana. Destaca la iluminación y la cuidada decoración para que el reciento conserve todo su encanto, y para que los elementos góticos se aprecien en todo su esplendor.

Castillo Bosque de la Zoreda. Se trata de un lugar del que no querrás regresar. El Bosque de La Zoreda, junto a Oviedo, sobresale por su vegetación de tipo atlántico, abundando robles y abedules, pero contando también con arces, castaños, hayas, avellanos… Esta diversidad atrae a multitud de especies, tales como jabalíes, corzos, zorros, tejones, ardillas, lechuzas, gran variedad de reptiles… A la riqueza biológica del entorno, se une la singular construcción del palacete de los Sela, edificado por la familia Figaredo en 1930, hoy Castillo del Bosque La Zoreda, convertido en un fabuloso hotel de lujo,  repleto de salones aristocráticos, jardines de ensueño y unas habitaciones señoriales cuidadas al detalle.

 

Castillo del Buen Amor. Nos encontramos ante un establecimiento ideado para veladas románticas. Un paseo por un laberinto francés, una copa de vino en la Torre del Homenaje, una habitación con terraza privada, un baño relajante acompañado de flores, servicio de mayordomo, terraza privada, desayuno en la cama, champán con fresas… En el Castillo del Buen Amor ofrecen una serie de extras para convertir tu escapada en una velada especial. Además, cuentan con numerosas antigüedades, una gran chimenea medieval o una biblioteca. Este castillo del siglo XV está situado en pleno paisaje natural castellano, en la provincia de Salamanca, y se ha restaurado cuidadosamente conservando toda su estructura y muchos de sus elementos originales. La leyenda cuenta que el nombre del castillo proviene de uno de sus antiguos propietarios, el obispo de Santiago, que se pernoctaba allí con su amante secreta. La Iglesia los repudió y se dice que la pareja ahora ronda el castillo.

Castillo de Santa Catalina. Es el actual Parador de Jaén, construido sobre una excepcional fortaleza árabe del siglo XIII. Situado sobre un cerro y a escasos cinco kilómetros de la capital jienense, sus habitaciones ofrecen unas vistas panorámicas inmejorables. La emblemática edificación domina el horizonte de manera que cuando te acercas a Jaén, siempre es el primero en darte la bienvenida. El aspecto monumental de su interior se mantiene en los impresionantes arcos cruzados a 20 metros de altura en el salón principal, el comedor y las habitaciones con impresionantes vistas de la ciudad.

Castillo de Arteaga. En el corazón de la reserva de Urdaibai nos sorprende la belleza de esta torre neogótica de piedra caliza y mármoles de Ereño. Con seis suites y siete habitaciones completamente equipadas, el Castillo de Arteaga mantiene el eje de su distribución original, sin perder la magia que engloba toda la decoración del castillo, manteniendo la exquisitez en cada uno de sus múltiples detalles. Cada habitación es diferente, única; rodeado de almenas y muros de piedra aquí se encuentra un espacio agradable e íntimo dónde escaparse y disfrutar en un ambiente exquisito, un servicio atento y una carta de alta cocina vasca.