Los mercados continúan seducidos por las medidas del Banco Central Europeo, anunciadas por su presidente, Mario Draghi, el jueves 22 de enero. Y apenas prestaron atención, aparentemente, a la victoria en Grecia del partido antiausteridad de izquierdas Syriza, aunque aplauden la rápida formación de Gobierno, que despeja la incertidumbre sobre la gobernabilidad del país que más quebraderos de cabeza está dando a Europa.
Los analistas ya habían descontado una victoria de Syriza, y valoran que el mensaje del nuevo Gobierno sea el de renegociación de las condiciones del rescate, lo que tranquiliza a los mercados
Además de la buena noticia de la gobernabilidad de Grecia, aunque esté en manos de un partido contrario a la austeridad que sigue queriendo imponer la Alemania de Angela Merkel, otros datos han animado a los mercados. Entre ellos, uno procedente precisamente de Alemania, el país supuestamente más perjudicado por la victoria del ‘Podemos’ griego.
El índice IFO de confianza empresarial alemana subió a su mayor nivel en seis meses en enero, creciendo por tercer mes consecutivo. Es un claro mensaje de que la mayor economía de Europa comienza el año con renovados bríos.
El euro, a quien Grecia colocó en el nivel más bajo en 11 años, se recuperaba ligeramente, hasta los 1,12825 dólares.
En España, el Ibex sube el 1,08%, camino de los 10.700 puntos (se quedó en 10.696,1) tras vivir la mejor racha alcista semanal desde el 7 de septiembre de 2012, con una subida del 5,4%. La prima de riesgo también se relajaba aunque siempre por encima de los 100 puntos (102).
Incertidumbre en la renegociación de la deuda
Pero no todo son mensajes positivos. Standard & Poors (S&P), que mejoró la calificación de Grecia en septiembre, matiza ahora que la incertidumbre sobre la renegociación de sus deudas con el resto de la zona euro podría poner en peligro su propia recuperación. Frank Gill, director de calificación de deuda soberna europea, señala a Reuters que “la cuestión es qué tipo de alivio de deuda están dispuestos a aceptar y qué están dispuestos a acordar el resto de países de la UE”.
S&P tiene previsto revisar la nota de Grecia el 13 de marzo, pero todo dependerá de cómo vayan las negociaciones con la Eurozona. El problema, según la agencia de calificación, es que los datos de ingresos fiscales, PIB y demanda interna “no son buenos”, mientras hay retiradas de depósitos y los bancos griegos tienen que recibir ayuda financiera.
La deuda griega comprada con el tamaño de la economía es la mayor de Europa, un 170% de su PIB, pero tiene una media de vencimientos más larga si se compara con países como Italia o España.
Dado que Grecia es incapaz de recurrir a los mercados por los altos costes de endeudamiento y la dependencia de sus bancos en el BCE, Syriza va a descubrir muy pronto que tiene un poder de negociación limitado con sus acreedores.
Los griegos quieren seguir siendo europeos
Steen Jakobsen, Economista Jefe de Saxo Bank, cree que “en realidad, Grecia tiene poco donde elegir: puede cumplir con la Troika o salir del euro”. “Los griegos están hartos de austeridad pero no de ser europeos”, señala.
La respuesta a la reacción del mercado se explica en que “gran parte de la deuda ha cambiado de manos desde que estalló la crisis y ha pasado de los bancos locales europeos a la UE y al BCE en su mayoría a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera”.
“El mercado va a esperar a las declaraciones de los acreedores antes de protagonizar un movimiento de envergadura”, pronostica Jakobsen.
Los mercados detestan la incertidumbre, pero más aún a los “políticos irracionales”, señala este experto, que muestra su preocupación sobre cómo Grecia puede afectar a las siguientes elecciones: Dinamarca y Reino Unido.
Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.