El euro rebota modestamente a pesar de las preocupaciones en Grecia

02/02/2015

Enrique Díaz-Álvarez, director de riesgos de Ebury.

La previsible victoria de la coalición de izquierda Syriza en las elecciones griegas y las inminentes negociaciones que se avecinan con la Eurozona, fueron los principales temas tratados en los mercados financieros la semana pasada. A pesar de posturas iniciales diferentes, durante el fin de semana pasado se pudieron apreciar algunas señales que apuntan a un posible acuerdo entre ambas partes. Cabe destacar que el euro se estabilizó y logró un modesto repunte frente al dólar estadounidense. Mientras tanto, la tendencia de flexibilización entre los bancos centrales del G-10 continúa. El Banco de Canadá también sorprendió a los mercados con un inesperado recorte de tipos.

Euro (EUR)

La semana pasada los mercados financieros se centraron principalmente en las elecciones griegas, con la victoria de izquierdas y la inmediata confrontación entre el nuevo gobierno griego y la Eurozona en relación a los términos del rescate actual, cuya validez caduca a finales de febrero. Las señales iniciales eran claramente mixtas. Por un lado el nuevo ministro de finanzas, Varoufakis, adoptaba un tono desafiante, afirmando que Grecia ya no negociaría con la Troika, después de una conferencia de prensa conjunta con el ministro de finanzas holandés, Dijsselbloem.

Durante el fin de semana, el primer ministro Tsipras hizo unas declaraciones más conciliadoras, y el ministro de finanzas francés aceptó la posibilidad de un cambio en la madurez y el perfil de intereses de la deuda griega. En general, en relación a la estabilidad del euro, parece que los mercados no están excesivamente preocupados. Lo que sí es de interés inmediato es la evolución del sistema bancario griego, donde existen rumores persistentes, aunque no corroborados, de salidas de depósitos, mientras las acciones de los bancos griegos caían un 40% durante la semana. Por ahora, los bancos griegos tienen acceso a la financiación del BCE, y algunos funcionarios oficiales del BCE han suavizado los rumores sobre la posibilidad de recorte de liquidez a los bancos griegos por parte del BCE si no se llegan a un nuevo acuerdo.

Seguimos manteniendo una postura optimista respecto a la situación entre el gobierno griego y la Eurozona. Creemos que llegarán a una solución que permita a ambos beneficiarse y en concreto que permita al gobierno griego centrarse en su problema económico interno, el cual es mucho más probable que se solucione de la mano de la Eurozona que en contra de las autoridades de la Unión Monetaria.

Libra (GBP)

El crecimiento del PIB en Reino Unido en el cuarto trimestre se desaceleró a una tasa anual desestacionalizada de 2,0%, una desaceleración modesta pero notable si la comparamos con el 2,8% del tercer trimestre. La desaceleración fue más pronunciada en el sector manufacturero. Esto no es sorprendente, dada la fortaleza de la libra esterlina frente al euro. Sin embargo, la producción de servicios, impulsada por la demanda interna, se mantuvo fuerte. Teniendo en cuenta el dato de ingresos reales más fuertes (debido a la caída de los precios de la energía) y un mercado laboral fortalecido, existe poca probabilidad de que la economía se frene mucho más, en ausencia de algún acontecimiento financiero en la Eurozona. A pesar del cambio de opinión de los miembros de la Comisión de Política Monetaria (MPC), creemos que los mercados están descontando que la subida de tipos de interés se produzca por parte del Banco de Inglaterra en algún momento de 2015, dada la capacidad de recuperación de la demanda del consumidor y la mejora en la situación del empleo y los salarios.

Dólar (USD)

Las noticias existentes en Estados Unidos la semana pasada fueron en cierta medida decepcionantes. El PIB se desaceleró en el cuarto trimestre a una tasa anual desestacionalizada del 2,6%. La fuerte demanda doméstica fue compensada por los datos del sector exterior y el gran inventario de vivienda construida. Es muy probable que este último dato se invierta en futuros trimestres, pero la demanda del consumidor se espera que siga la tendencia positiva, motivada, como en Reino Unido, por el fuerte crecimiento del mercado laboral así como por el aumento de los ingresos reales de los consumidores debido a la caída de los precios del petróleo.

Será clave para EE.UU. el momento exacto en el que la Reserva Federal suba los tipos de interés. En las declaraciones de la semana pasada, la Reserva Federal indicó que, mientras que la economía de EE.UU. mostrara signos de fortaleza, la Fed se podía permitir ser “paciente” en normalizar la situación de política monetaria. Esto nos lleva a revisar el calendario de subida de tipos, retrasando la primera subida de abril a la reunión de junio. Sin embargo, seguimos esperando que la Fed acabe el año con los tipos alrededor del 1%, nivel al que la Fed probablemente pausará su política de subidas para revaluar el efecto de las mismas

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