El pasado 28 de enero, la entidad inscribió en el Registro Mercantil de Madrid la escritura de modificación de sus estatutos sociales para efectuar el cambio de denominación.

De este modo, BFA ha dejado de ser un banco, una vez que se han cumplido todas las exigencias regulatorias desde que el consejo de administración aprobó solicitar la renuncia a la licencia bancaria el 19 de diciembre de 2013.

BFA recibió el pasado 23 de diciembre una comunicación del Banco de España aprobando su solicitud, cumpliendo así otro de los hitos previstos en el plan de reestructuración del grupo.

Ahora BFA se convierte en un holding, propietario de la participación de Bankia y de carteras de deuda, principalmente.

Este cambio no tiene ninguna implicación sobre la solvencia de Bankia, su naturaleza jurídica, su negocio o la relación que Bankia tiene con sus clientes, según indicó la entidad el pasado mes de diciembre.