CEOE ha rechazado de forma tajante la propuesta salarial formulada por las centrales sindicales. El pacto de rentas, aparentemente atascado, tratará de cobrar nuevo impulso la próxima semana, según se prevé. Tras las dificultades de los técnicos, esta vez serán los ‘primeros espadas’, esto es, Cándido Méndez y Fernández Toxo, por UGT y CCOO, y Rosell y Garamendi, por CEOE y Cepyme, los que reúnan para intentar hacer avanzar el acuerdo.

La reunión entre los líderes sindicales y patronales podría celebrarse la próxima semana, según fuentes cercanas a la negociación. En esa reunión, a la que ya han confirmado su asistencia los presidentes de CEOE, Juan Rosell, y Cepyme, Antonio Garamendi, y los líderes de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y UGT, Cándido Méndez.

En este sentido, Méndez descartó este jueves que la reunión vaya a tener lugar los próximos días. “Nosotros estamos con la voluntad de llegar a un acuerdo. Sin embargo creo esta semana no va a ser posible, en ningún caso”, afirmó desde Bruselas.

El encuentro de los máximos líderes llega después de que se aplazase, el pasado martes 3 de febrero, la cita prevista entre los técnicos que negocian este tercer Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC III), a petición de CEOE.

La presencia de los ‘primeros espadas’ se interpreta de dos maneras completamente distintas. Por un lado, su asistencia podría tratar de impulsar la superación de un escollo hasta ahora insalvable, como es la fijación del ritmo de incremento salarial para el trienio.

O por el contrario, cabe la posibilidad – menos cierta – de que las cúpulas se reúnan para celebrar la llegada del nuevo acuerdo.

“Irrenunciable” para los sindicatos

Desde la patronal, la consigna es resistir y limitar el avance salarial al 0,6% este año, y un 0,8%. Una posición que choca con la propuesta sindical, que ve “irrenunciable” una subida de al menos un 1,5% este año, según dijo hoy jueves el líder de UGT, Cándido Méndez.

La patronal trata de rebatir la argumentación sindical en relación al papel que deben jugar los salarios en la incipiente recuperación. En contra de la razón esgrimida por los sindicatos, los empresarios aducen que la creación de empleo tiene un peso mayor que los salarios a la hora de insuflar ánimo a la economía, estimulando la demanda e inversión de empresas y familias.

De hecho, continúan los empresarios, el año pasado la demanda interna –que incluye consumo e inversión– contribuyó con dos puntos al crecimiento del PIB, a pesar de que los salarios crecieron en torno a un modesto 0,6%.

Barrera a los desempleados

Los empresarios utilizan un argumento viejo sobre el papel de los sindicatos en la regulación de los salarial. Esta razón sostiene que, al defender crecimientos salariales inmoderados, los sindicatos limitan las posibilidades de creación de empleo y perjudican con ello a quienes carecen de colocación, esto es los parados.

Así, CEOE subraya que el alza salarial propugnada por las centrales supone una subida de los costes laborales, y con ello “una barrera de entrada a los desempleados”.

Para ello dibujan un escenario marcado por un crecimiento del PIB de entre el 2% y el 2,5% en 2015, con una previsión de inflación de entre el -0,5% y el -1%. En el próximo bienio, y dada la elevada incertidumbre, dividen su previsión en dos hipótesis, una de ellas de crecimiento robusto en torno al 3% en 2017, y otra de estancamiento en el bienio, marcadas en todo caso por el grave problema del desempleo.

Contra las cláusulas de garantía salarial

Los empresarios rechazan incluso una subida del 1% al restar margen a la introducción de retribuciones variables. En ese caso, y si se mantiene la pretensión sindical de fijar cláusulas de garantía, esta previsión podría inflar el coste salarial entre el 1,5% y el 2%, razonan.

Además los empresarios alertan contra la pérdida de competitividad que supondría tensar los costes laborales hasta un 2% – como sucedería en caso de atender a la petición sindical, dicen – mientras la previsión de subida de estos costes laborales unitarios (CLU) en la zona euro es de un 1% (el coste laboral mide lo que cuesta fabricar una unidad de producto).

Para terminar, la patronal aduce que a diferencia de Europa, el problema de la economía española no es tanto la debilidad del consumo, como la elevada tasa de paro, que resta poder de compra a muchos ciudadanos.

La inflación subirá a finales de 2015

Finalmente recuerda que la posibilidad de que la inflación comiencen a subir a un nivel cercano al 2% a finales de 2015, debido a las medidas planteadas por el Banco Central Europeo (BCE). Y rechaza en definitiva que los precios puedan incluirse en la negociación con los sindicatos. “La inflación no se puede introducir como criterio negociador”, debido al efecto de segunda ronda que retroalimenta las subidas de precios, y al contexto marcado por la extrema volatilidad, que alimenta entre otros factores, la celebración de elecciones generales en España en 2015.

Sin embargo, la patronal, después de fijar esa banda orientativa del 0,6% en 2015 – siempre que el PIB supere el 2% en tasa de crecimiento –, y del 0,8% en 2016, admite cierta libertad de negociación en sectores o subsectores. “Podrán moverse dentro de estos parámetros, tanto en sentido positivo como negativo, en función de su situación económica”, concluye.