Se lo dije antes de ayer y lamento haber probado tan deprisa que llevaba razón. Lo peor de las últimas subidas desproporcionadas es que al estar soportadas únicamente por esperanzas y no por datos, se desinflan solitas y a una velocidad de vértigo. NO había nada, absolutamente nada, tangible en las últimas subidas.

No hay nada más que ver lo ocurrido hoy. Lo de España debería haber afectado pero si los índices europeos pierden un 1% y los índices americanos casi un 2% es que hay más miga que la rebaja del «rating» a nuestro país.

En resumen, que ahora se dan cuenta al mismo tiempo de que lo de la recuperación de la economía todavía está en peligro, o que existe tensión en los países productores de petróleo (cuando hace más de mes y medio que algunos tienen problemas más que serios).

Hoy nadie se acordaba del previsto dato de ventas de las cadenas comerciales. Ese que sale mañana y que cuentan que va a ser la madre de todos los datos. Tendría gracia que al final pasara desapercibido el maldito dato después de lo que ha dado que hablar.

Lo que pesaba hoy era un dato de déficit comercial USA realmente malo, pero es que llevan años siendo malos así que no se entiende muy bien la histeria de hoy. También preocupaba el repunte de las peticiones iniciales de desempleo. Eso sí que es más grave. Por un lado aumenta el empleo y por otro el paro. Conociendo la estadística americana (una auténtica chapuza), cualquier cosa es posible.

Tanto ha pesado como para que el Dow haya perdido un 1,87% y haya quedado por debajo de la barrera de los 12.000 puntos. Para que el S&P 500 haya caído un 1,89% y también haya perdido un soporte importante, el de los 1.300 puntos. O para que el Nasdaq Composite se haya dejado un 1,84% y no haya perdido los 2.700 puntos de milagro.