En 2014, se produjeron 260.676 accidentes leves de tráfico en Cataluña. El 73,2% de los golpes entre vehículos se produjeron en Barcelona, frente al 11% de Tarragona, el 10,2% de Girona y el 5,6% de Lleida, según Tecnologías de la Información y Redes para las Entidades Aseguradoras (Tirea) para Unespa.

Los golpes de chapa vuelven a crecer en Cataluña. Se trata de su primer incremento desde que estalló la crisis. Los siniestros con daños materiales aumentaron un 0,8% en 2014. A pesar de ello, la tasa de siniestralidad de 2014 todavía es un 25% más reducida que la de hace siete años. Por cada 4 colisiones de vehículos que ocurrían en Cataluña en 2007, actualmente se producen 3.

El aumento de los accidentes leves es fruto de una mayor afluencia de vehículos en la calle, atribuible a una incipiente recuperación económica en Cataluña, y a un abaratamiento del precio de los carburantes.

En la provincia de Barcelona, que la más poblada de Cataluña, estos siniestros aumentaron el pasado año un 1,6%. En Tarragona apenas crecieron el 0,6%. En Girona descendieron el 1,6%, y en Lleida, el 4,1%.

Las colisiones de chapa, tan típicas del tráfico urbano y los atascos, decrecen en verano. La afluencia de vehículos se reduce significativamente en Barcelona y su área de influencia en esa estación del año y, con ello, las probabilidades de darse un golpe. En la época estival la siniestralidad se desplaza a las zonas de playa de Girona y Tarragona. Las tasas más elevadas de colisiones en Lleida coinciden con un incremento del tráfico rodado en la provincia derivado del turismo de nieve.

El promedio de siniestros también varía en función del día de la semana. La jornada más conflictiva es el viernes, seguido del lunes. Las colisiones son mucho más improbables durante el fin de semana al disminuir la cantidad de coches que circulan por la calle en las principales poblaciones.