Venezuela es el único país de de América Latina que figura con color rojo (“riesgo extremo”) en el Mapa de Riesgo Político 2015, que elabora AON Risk Solutions en colaboración con la firma Roubini Global Economics. Este Mapa, que analiza 163 países en función de los riesgos derivados de la transferencias de divisas, impago de deuda soberana, interferencias políticas, interrupciones de la cadena de suministro, legales, regulatorios, violencia política, facilidad para hacer negocios, vulnerabilidad del sector financiero y capacidad de los Gobiernos para ofrecer estímulos fiscales, muestra una mejora en República Dominicana, Ecuador, Georgia, Lao PDR, Panamá, Swazilandia y Zimbabwe, y un empeoramiento en Angola, Burkina Faso, Ghana, Guinea Conakry, Haití, Libia. Mozambique, Omán, Pakistán, República Centroafricana, Sierra Leona y Uganda.

Fernando Villarrubia, director de Caución y Riesgo Político de AON en España, opina que los grupos españoles que llevan años en Venezuela, como BBVA, Mapfre o Telefónica, “son perfectamente conscientes de la situación, saben gestionarla, aunque los problemas para repatriar dividendos reduzcan la rentabilidad de sus inversiones allí, pero no van a abandonar ese mercado”.

Pero sí hay problemas para que entre nueva inversión española en Venezuela. “Muy difícilmente van a encontrar esos nuevos inversores cobertura aseguradora de los riesgos en ese país”.

A la ya complicada situación de Venezuela se une el impacto de los bajos precios del petróleo. “Entre los riesgos más importantes se encuentra la creciente inestabilidad en países productores de petróleo ya debilitados como Irán, Irak, Libia, Rusia y Venezuela, como consecuencia de los bajos precios del crudo”, señala el informe.

Debilidad de los Estados

“La efectividad de los grupos extremistas en Oriente Medio y África será aún mayor en los países afectados que no cuenten con la adecuada capacidad para absorber los impactos económicos que provocan”, añade el estudio.

Éste será un año particularmente complicado para los productores de petróleo en Oriente Medio y África. “Egipto, Túnez y Marruecos, que deberían beneficiarse de unas importaciones de petróleo a mejores precios, se enfrentan sin embargo a unos mayores riesgos de seguridad por la situación de vacío de poder en Irak, Libia y Siria”, señala el informe.

La bajada de los precios del petróleo continúa arrojando una sombra económica sobre los países de la zona CIS, particularmente para los mayores socios comerciales de Rusia en la región, como Bielorrusia y Kazajistán. A esta situación se une el choque entre el bloque occidental y Rusia por Ucrania, con un “equilibrio muy inestable”, señala el director de Caución y Riesgo Político de AON.

Fernando Villarrubia destaca que grupos como Isis o Boko Hanam “aprovechan la inestabilidad de las fronteras y la debilidad de los Estados”. También subraya los nuevos riesgos cibernéticos, que “marcarán tendencia y evolucionarán muy rápidamente, con ataques a los Estados”.

La situación mundial evoluciona también en función de los excedentes de capital inversor que buscan oportunidad ante unos tipos de interés muy bajos. Pedro Tomey, managing director y CRO de AON en España, subraya que “tenemos el foco puesto en China”, participando en la cumbre bilateral España-China que se celebrará en abril. “China es un país productos de capacidad financiera, de grandes inversores que proporcionan estabilidad a las empresas”, aporta Villarrubia, que también apunta a África: “hace 20 años se hablaba de América Latina como ahora se habla de África”.