Coches de lujo para niños de papá

11/03/2011

Lucía Martín. Blanc Chateau comercializa desde 2007 reproducciones para niños del BMW 328 realizadas a mano y con la calidad asegurada por el fabricante alemán.

Cuando los niños han tenido de todo es bien complicado encontrar una idea de regalo original: ya no sirven las Wii, las mascotas, las joyas o incluso, los viajes… Si está buscando una idea y dispone, eso sí, de suficiente capacidad adquisitiva, pueden interesarle las producciones de la empresa gala Blanc Chateau (www.blanc-chateau.com). Esta pyme de Lyon comercializa desde 2007 reproducciones para niños del BMW 328 realizadas a mano y con la calidad asegurada por el fabricante alemán. Los coches, totalmente funcionales (alcanzan los 25 kilómetros por hora) cuestan entre 11.400 y 12.500 euros, sin contar impuestos.

Hasta ahora han vendido unos 80 coches. ¿Compradores? “Tenemos básicamente tres tipos: los concesionarios BMW, los coleccionistas de coches y los que tienen los medios suficientes para pagar este tipo de artículo”, cuenta Christophe Blanc, fundador de la compañía. Entre estos últimos hay muchas fortunas rusas y también árabes: así, algunos afortunados en Arabia Saudí, Túnez o Marruecos disfrutan de estos bólidos en miniatura.

Estos coches se fabrican de forma artesanal (en la compañía afirman que tratan de reproducir, a pequeña escala, el proceso de fabricación de Rolls Royce): la carrocería es de fibra de vidrio y el vehículo consta de materiales como el cuero, acero, aluminio… Evidentemente, se puede customizar según gustos del comprador. “No hablamos sólo de un coche ya que se acaba convirtiendo en un objeto patrimonial y pasa de generación en generación”, afirma Blanc. El periodo de entrega es breve, de dos a cinco semanas. “Cuando solemos tener más demandas es de cara a Navidades”, finaliza el francés.

Lo de comercializar coches para niños ricos no es una idea originaria de este constructor: ya en los años 30 Ettore Bugatti comercializó quinientas unidades del Baby Bugatti, una versión mini de un Bugatti 35B mientras que años después Citroën lanzaría Citronette.

Eso sí, lo idóneo para disfrutar al máximo de este juguetito es disponer del terreno para que el niño pueda conducirlo y competir con sus amigos (el coche pesa menos que una moto pequeña y consume un litro a la hora). De hecho, la compañía organiza carreras entre los hijos de sus clientes que tienen lugar cada dos años en distintos castillos del país vecino. ¿Precio por participar en ellas? Módico: un euro.

¿Te ha parecido interesante?

(Sin votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.