En la jornada de la Fundación Edad & Vida sobre “El reto de la cronicidad”, la presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, advierte sobre que los tipos de interés bajos se combinan “con un desplazamiento de la longevidad y una baja natalidad”.

En ese entorno, el seguro destaca por su prestación definida: “Nuestro ahorrador sabe el dinero que pone, y el dinero que se le dará por lo que pone”, argumenta.

La presidenta de Unespa recuerda que desde hace 15 años el seguro español “cuenta con la regulación necesaria para la aplicación en nuestro mercado de técnicas de gestión de activos y pasivos”, “un conjunto de herramientas que llevan a construir estructuras de activo exigentemente construidas para cumplir los flujos de pasivo que están comprometidos”.

No obstante, “como los compromisos tienen una duración superior a los activos conviene supervisar el entorno de tipos”. Porque “una situación prolongada de tipos bajos, puede impedir a la entidad renovar sus inversiones en el momento que venzan a tipos coherentes con el compromiso inicialmente adquirido y, en consecuencia, generar tensiones de liquidez o de beneficio sobre las cuentas de la entidad, o del sector”.

Pilar González de Frutos explica cómo el impacto de los tipos bajos preocupaba a Eiopa, el supervisor europeo de seguros. Hasta el punto de diseñar unas pruebas de resistencia con un “escenario japonés”, un período prolongado de tipos bajos. El resultado del examen es que España era el mercado asegurador de Europa con menor impacto de tipos bajos, sólo superado por los mercados irlandés, británico y eslovaco.

“La aplicación sistemática y exigente de técnicas de gestión de activos y pasivos en el seguro español ha llevado a que España esté entre los mercados potencialmente menos dañados por un entorno de tipos bajos”, insiste la presidenta de Unespa

La clave de este hecho es la importancia de su cartera de inversión en renta fija, combinada con las técnicas de gestión de activos y pasivos.

De prestación a contribución definida

“La gran pregunta estratégica que se hace el seguro de Vida español, y en buena parte europeo, es cuál ha de ser su papel en el marco de una migración masiva como la que se está produciendo desde el concepto de prestación definida al de contribución definida”, señala Pilar González de Frutos.

La presidenta de Unespa reclama al sector asegurador que trabaje “por conseguir que el partícipe, el asegurado, el cliente, no sólo comprenda la rentabilidad de un producto, sino también su nivel de riesgo”.

“En ese entorno de tipos bajos deberemos ser capaces de hacer productos financieramente muy sofisticados, pues sólo así conseguiremos arrancarle a un mercado tan magro la rentabilidad que nuestro cliente necesita. Pero, al mismo tiempo, deberemos ser capaces de explicarle cuál es el entorno de riesgo en el que se mueve el producto, su ahorro, sus perspectivas”, concluye.