Conste que sigo en las mismas. No creo en las subidas de la misma forma que no creo en las bajadas abrumadoras de los últimos días. Ni qué decir tiene que no creo en la subida de hoy como indicio de nada, sino como prueba del despiste monumental en que viven los mercados en los últimos días.

De considerar la subida de hoy una reacción técnica estaríamos asumiendo que esto va a seguir a la baja y tampoco hay condiciones para ello, salvo el extremando cansancio del Dax alemán. Y, desde luego, me niego a considerar el ascenso de hoy el arranque de un nuevo ciclo, que para eso ya hubo mejores días y tampoco lo hice.

¿Entonces? Mi opinión es algo más compleja. Los datos esperados no han sido tan buenos como preveían los analistas, pero tampoco puede decirse sin faltar a la verdad que hayan sido malos. El mercado ha hecho las cuentas y le ha parecido que se ha pasado de frenada. Solo eso. Perder ayer los 12.00 el Dow y los 1.300 el S&P 500 y que hoy no hubiera reacción sí que serïa una muy mala señal, incluso con la excusa del terremoto japonés.

Lo que viene a decir el mercado no es que vaya a subir ni a bajar, sólo dice que está tratando de ser ordenado. Una buena señal de que lo consigue sería que la semana que viene tuviera subidas o bajadas pero no grandes volatilidades. De esta forma, el día del arranque de verdad podrá verse con nitidez, pero mucho me temo que esto no es precisamente lo que más le interesa a los grandes, así que no nos hagamos ilusiones.

De momento, lo que sugieren es que las empresas energéticas, de materiales e industriales pueden verse favorecidas por los trabajos de reconstrucción de las zonas asoladas por el terremoto japonés y se han puesto a comprar acciones de estos sectores hasta hacer subir los índices. El Dow subió un 0,50%, el S&P 500 un 0,71% y el Nasdaq Composite un 0,54%, todo ello con 1,5 valores subiendo por cada uno que bajaba. Pero nada de esto evita que en el cómputo semanal se haya perdido más de un 1%.