El Índice de Precios al Consumo registra el primer ascenso, 2 décimas, después de tres meses consecutivos de descensos, por la subida de los carburantes y de algunos alimentos. «El dato más importante, no obstante, es que se aleja la amenaza de deflación», señala Ernesto López, director general de la aseguradora Genworth en España.

El IPC lleva 8 meses en negativo, -1,1% en febrero, y en 10 meses de 17 se ha mantenido en ese signo. Parece obvio que la economía española no sufre una deflación estructural.

La inflación subyacente, que no incluye los precios energéticos ni los de los alimentos no elaborados, se mantiene en positivo, 0,2%.

«Lo fundamental es cómo se traslada el IPC a las personas y a las familias. Una mejora de la capacidad adquisitiva, aunque sea de manera indirecta y no a través de subidas salariales, estimula el consumo, reactiva la demanda interna y, por tanto, acelera la recuperación de la economía española«, insiste el director general de Genworth.

Para ello, los españoles necesitan seguridad, porque la demanda interna depende del nivel de incertidumbre que tiene una persona, una familia, una empresa. «Como grupo asegurador especializado en la protección del nivel de vida, Genworth tiene la obligación de insistir en que una garantía de que los ingresos están a salvo de imprevistos como quedarse en el paro, mediante productos como el seguro de Protección de Pagos, anima al consumo y estimula la demanda interna«, subraya Ernesto López.

«De esta forma, y aunque haya que vigilar permanentemente la amenaza de deflación pese a que sea una posibilidad remota, la economía española entrará definitivamente en un ciclo de generación de riqueza, de inversiones de las empresas, de florecimiento de las iniciativas emprendedoras, y de creación de empleo«, concluye el análisis de Genworth sobre el IPC de febrero.