La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, aprovecha su primera junta general ordinaria, con la que cumple seis meses en el cargo, para enviar un claro mensaje a sus accionistas. El retorno que éstos han recibido en 2014 ha sido del 17,2%, frente al 2% de sus competidores. Y desde la macroampliación realizada al poco tiempo de acceder a la presidencia del banco, el 14,3%. En la junta estuvo, presente o representado, el 59,72% del capital del banco. Es la participación más elevada en los 158 años de existencia del Santander, descrita por Ana Botín como «una de las mayores historias de éxito de España»
El Santander se compromete a “ofrecer un retorno total para nuestros accionistas mejor que el de nuestros competidores”, con una rentabilidad sobre capital tangible (ROTE) entre el 12% y el 14%, y un crecimiento del beneficio por acción “superior al de nuestros competidores”. Los accionistas recibirán un dividendo, “mayoritariamente en efectivo” como precisa el consejero delegado, José Antonio Álvarez, de entre el 30% y el 40% del beneficio recurrente.
Para lograr este objetivo, el Santander crecerá en créditos “más que el mercado”, subraya Ana Botín. En lo que va de año, el nuevo crédito concedido a empresas y pymes en España ha aumentado el 3,9%; las hipotecas, el 26%; y el crédito de consumo, el 35%.
La presidenta del Santander insiste en otra de sus obsesiones estratégicas: la mayor vinculación de los clientes. Reconoce que, de los más de 100 millones de clientes que tiene el grupo, 53 millones son activos pero sólo 13 millones están vinculados, tienen el Santander como banco principal. El objetivo para 2017 es que esa vinculación aumente el 40%, hasta 18 millones, lo que se traducirá en más ingresos y beneficios.
Otra aspiración es alcanzar en 2017 los 25 millones de clientes digitales, frente a los 14 millones actuales. La idea es “facilitar la relación del banco con el cliente: donde quiera, como quiera y cuando quiera”.
El consejero delegado del Santander concreta otros objetivos: el peso de los gastos sobre los ingresos estará en 2017 por debajo del 45%; la morosidad será inferior al 5%; y la ratio de capital oscilará entre el 10% y el 11%.
Sin necesidad de compras
La presidenta del Santander deja muy claro que el Santander tiene capacidad de crecer con su base de cliente en los 10 mercados principales en los que opera. “Por tanto, no tenemos necesidad de comprar”, señala Ana Botín, aunque no excluye alguna operación “siempre que añadamos valor a nuestros accionistas”.
Esta afirmación de Ana Botín parece una referencia a la posible adquisición del Novo Banco en Portugal a través del filial Santander Totta, en la que el grupo es, junto a CaixaBank, el principal candidato, como publicó diarioabierto.es el 23 de marzo.
Ana Botín lanza en la junta un mensaje de gobierno corporativo: el 53% del consejo son independientes, y un tercio, mujeres. El Santander cumple con los “más altos estándares de buen gobierno”, enfatiza.
Otro mensaje de confianza en Europa, porque ahora “cuenta con instituciones más fuertes y sólidas que le hacen más resistente ante las dificultades que pudieran surgir en el futuro”
Pero también pide “una valoración continua y global del impacto del nuevo marco regulatorio para asegurar que se alcanza un buen equilibrio entre estabilidad financiera y crecimiento económico”.
También hace un guiño a su plantilla, con un anuncio de mejora de la organización del trabajo para ser “más eficientes en horarios y duración de las reuniones”, el uso de la tecnología para “trabajar de manera más flexible y viajar menos”, y programas de ‘mentoring’ para directivas.
En un año electoral, la presidenta del Santander evita hacer pronunciamientos políticos en la junta de accionistas, a diferencia de su gran competidor, Francisco González, en la del BBVA. Pero sí alude al “problema más grande que tenemos que solucionar como país: el desempleo”. “Necesitamos crear más empleos y para ello tiene que haber crecimiento económico acompañado de progreso social, y siempre mirando el medio y largo plazo», subraya.
Pero también “apoyar a los emprendedores, a las empresas, y darles las herramientas para ser más competitivas”, señala.
No falta la referencia a las víctimas de la tragedia aérea en los Alpes. Y un homenaje al fallecido Emilio Botín, que convirtió “el séptimo banco de España en la primera entidad de la Eurozona”. Y el agradecimientos a los consejeros que se van (Fernando de Asúa y Abel Matutes) y al anterior consejero delegado, Javier Marín.
El ‘suspenso’ en Estados Unidos
«En 2015, seguiremos trabajando para reforzar la posición del grupo en Estados Unidos, con dos objetivos fundamentales, seguir mejorando la franquicia comercial, y cumplir lo más rápidamente las exigencias del regulador, teniendo en cuenta que el marco regulatorio para los bancos extranjeros ha cambiado mucho«, afirma José Antonio Álvarez, consejero delegado del Santander. Es la reacción del banco al hecho de haber suspendido de nuevo, aunque por motivos cualitativos (gobierno corporativo y control de riesgos) no por cuantitativos (ratios de solvencia), las pruebas del supervisor norteamericano.
La suspensión parcial de las pruebas en Estados Unidos limita en la práctica al banco el pago de dividendos en este país, que aportó 800 millones de euros a los 5.816 millones que el Grupo Santander ganó en 2014.
«Tenemos que mejorar en la parte cualitativa, donde la Fed ha señalado algunas deficiencias en los procesos internos del banco», admite Álvarez, que subraya que el Santander se está gastando unos 170 millones de dólares anuales para afrontar esta cuestión y ha contratado a 600 personas en los últimos 18 meses para trabajar con el departamento de riesgos y cumplimientos.
Quejas por el menor dividendo
Las 29 intervenciones de los accionistas, menos numerosas de lo que se esperaba, se centran sobre todo en las quejas por la reducción del dividendo (pasa de 0,6 euros por acción a 0,2 euros), aunque se vuelva al pago en efectivo, y en que se suprimiera el derecho de suscripción preferente en la macroampliación de capital.
Ana Botín responde que «la nueva política de dividendos es buena para el banco y buena para todos los accionistas«. «Para el consejo, es tan importante ofrecer un retorno total para nuestros accionistas mejor que el de nuestros competidores (apreciación de la acción más el dividendo), como conseguir un beneficio por acción y unos dividendos crecientes», insiste. «La atención y la relación con los accionistas ha sido una de nuestras prioridades y lo va a seguir siendo», deja claro en la junta.
«El dividendo Elección cumplió su función pero el consejo ha considerado conveniente volver a la fórmula tradicional del pago en efectivo. El objetivo, en línea con lo que ha sido la tradición del banco, es dar gran importancia al pago del dividendo en efectivo, de modo que no sea dilutivo y que sea sostenible y creciente de acuerdo con los resultados del grupo», argumenta la presidenta del Santander.
Ana Botín también ha defendido la ampliación de capital sin derecho de suscripción preferente de 7.500 millones que realizó en enero: «En circuntancias de incertidumbre y alta volatilidad, cualquier otra alternativa habría supuesto mayor descuento y mayor dilución. Los accionistas minoristas han tenido, con posterioridad, una amplia oportunidad para adquirir títulos en el mercado al precio al que se realizó al ampliación e incluso a un precio inferior en los días siguientes a la misma».
Algunos accionistas recordaron a Emilio Botín, lo que fue acompañado de aplausos por parte del auditorio del Palacio de Exposiciones y Congresos de Santander. «El objetivo no es sólo mantener, sino mejorar la senda de éxito del anterior presidente», contesta Ana Botín, que presume de sus ejecutivos: «Éste es el mejor equipo y estoy muy orgullosa de él».
De los 32 puntos del orden del día de la junta, 13 han logrado tasas de aprobación superiores al 95%, entre ellos la gestión de la nueva dirección, el reparto del dividendo a cargo del ejercicio 2014 o la posibilidad de ampliar el capital para remunerar a los accionistas. Solo ha habido tres puntos con porcentajes de respaldo inferiores al 90%, que son la reelección como consejero de Juan Miguel Villar Mir (84,2%), la delegación en el consejo de la posible emisión de renta fija o preferentes (85,9%) y una de las cuatro modalidades de ampliación de capital previstas (84,2%).
Ana Botín ha sacado adelante sin problemas la votación vinculante de la política de remuneración de los consejeros, y aspectos como la ratio máxima entre los componentes fijos y variables de la remuneración total de consejeros ejecutivos y otros empleados cuyas actividades incidan en el perfil de riesgo del banco.
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