En la resma de enmiendas (507) del Grupo Popular a los Presupuestos del Estado para 2011 sobresale el objetivo de descongelar las pensiones. Aunque el líder del PP, Mariano Rajoy, cuantificó hace una semana en 1.500 millones de euros el ahorro que supone la congelación y dio a entender que era una minucia al lado de los 280.000 de deuda que ha emitido Rodríguez Zapatero desde que comenzó la legislatura, el ejercicio del profesor Montoro para restar de otras partidas esa cantidad y evitar la congelación de las pagas no mínimas a los jubilados no ha resultado nada fácil. Veamos: Montoro propone restar 200 millones de la transferencia a RTVE, otros 200 del fondo de contingencia, 80 de las partidas de I+D+i, y otros 200 más de la ayuda al desarrollo.

La realidad es que el Presupuesto es tan ajustado que después de muchas vueltas, el responsable económico del PP ha optado por devolver la patata caliente a Alberto Oliart (RTVE), a la vicepresidenta Elena Salgado y a las ministras de Innovación y de Exteriores, Cristina Garmendia y Trinidad Jiménez para que se las averigüen con las plantillas de trabajadores de radiotelevisión, con los damnificados por las catástrofes, plagas y pérdidas de cosechas, con los investigadores y las empresas innovadoras y con los famélicos y enfermos de los países empobrecidos, respectivamente. Todo lo cual no contribuye a realzar precisamente la sensibilidad social del principal partido de la oposición.

Repelando de otras partidas como la financiación ordinaria de los partidos políticos (7,2 millones de euros), el gasto electoral (4,8 millones) o la financiación de los sindicatos y patronales (5 millones), Montoro ha conseguido sumar 750 millones de euros, la mitad de la descongelación de las pensiones. La otra mitad correría a cuenta del fondo de reserva de la propia Seguridad Social, lo que demuestra que, en efecto, no hay mucho de donde tirar sin incrementar el déficit. El propio Francisco Fernández Marugán, responsable del PSOE en materia presupuestaria, ha tenido que sudar tinta para arañar 5 millones de euros para un fondo de integración de los inmigrantes y 2 millones para discapacidad y colectivos con problemas de subsistencia.

En el debate sobre la congelación de las pensiones el año entrante, al Gobierno le ha sentado como anillo al dedo la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística sobre Condiciones de Vida. Resulta que si la tasa de pobreza relativa ha aumentado un 1,3% el último año (del 19,5% al 20,8%), en el caso de las personas mayores de 65 años, es decir, de los jubilados, se ha reducido un 0,6%. Además, si en 2004, esa tasa era del 29,6%, lo que quiere decir que una de cada tres personas mayores de 65 años ingresaba menos de 6.278 euros al año, en la actualidad es del 24,6%, lo que significa que tres de cada cuatro mayores ingresan algo menos de los 7.845 euros anuales en los que ahora está situada la tasa de pobreza. Por tanto, según ZP y los mariachis de su bondad, no ocurrirá nada porque en 2011 el diferencial de pobreza no se reduzca medio punto. Manejando encuestas son unos fieras.