En un comunicado, Gestha valora así el Informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas sobre la recaudación de la Agencia Tributaria, que revela que la deuda pendiente de cobro de la Agencia Tributaria prácticamente se ha duplicado desde el inicio de la crisis en 2007 hasta el año 2014, cuando ha alcanzado los 50.224 millones.

De la misma forma, los Técnicos agrupados en Gestha destacan la alta litigiosidad cifrada en 10.607 millones -casi la mitad son anuladas por los tribunales- y la escasa eficacia de la recaudación ejecutiva.

De hecho, Gestha recuerda que el propio Tribunal de Cuentas señala que los resultados de las actuaciones de la Agencia Tributaria no son suficientes para evitar el incremento de la deuda pendiente, pues las deudas que se cancelan cada año son inferiores a las nuevas que se incorporan, ya que apenas se cobra el 17% de la deuda en ejecutiva gestionada en los ejercicios 2012 y 2013, los últimos de los que se tiene datos.

Además, detecta otro de los «puntos débiles» en la recaudación tributaria del que Gestha viene alertando desde hace tiempo y que constata que «de cada tres euros de la deuda pendiente se ingresa sólo uno».

La partida más relevante de la deuda pendiente en periodo ejecutivo es la deuda en gestión de cobro, que ascendió a 20.433 millones en 2013, un 23% más. Esta deuda recoge las de grave riesgo de impago, que se incrementaron durante los años de crisis económica sin que Hacienda pudiera contener su crecimiento.

Por otro lado, Gestha resalta que el Tribunal de Cuentas considera que la Agencia Tributaria no sólo no ha cumplido su recomendación de octubre de 2010 de reducir la discrecionalidad en la adscripción de expedientes a la Delegación Central de Grandes Contribuyentes (DCGC), sino que la ha incrementado.

Este exceso de discrecionalidad en la recaudación ha sido una cuestión suscitada por los Técnicos de Hacienda, que incluso denunciaron en el Congreso de los Diputados, al entender que la resolución de 22 de enero de 2013 de competencias en el área de recaudación podía conducir a una politización de esta área de la AEAT, que provocó una pequeña limitación posterior mediante una instrucción.

Asimismo, resaltan que la Agencia tampoco ha cumplido la recomendación del Tribunal de Cuentas de modificar las aplicaciones informáticas para permitir el control de la información histórica de expedientes.