El presidente del Partido Socialista de Euskadi, Jesús Eguiguren, ha reprochado al secretario general del PSOE y presidente del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, su “falta de valentía” frente a Sortu, el nuevo partido de la Izquierda Abertzale. Eguiguren sabe perfectamente que con su actitud reabre nuevamente el debate sobre el enfrentamiento que suscita la solución al problema terrorista de ETA entre los socialistas vascos y el gobierno, y entre éste y el Partido Popular.

“En materia antiterrorista, por falta de valentía, Zapatero ha optado por no molestar a la derecha”. Eso es lo que dice Eguiguren con la intención de desmarcarse de lo que hace y dice el gobierno de Rodríguez Zapatero con Sortu, con la intención de poner en duda  el pacto que en materia antiterrorista que mantienen socialistas y populares. Un pacto que, por cierto, da estabilidad al gobierno de Patxi López. No lo olvidemos.

A esta cruzada liderada por Eguiguren se ha unido a su manera el lehendakari Patxi López  al afirmar que “Sortu no es ETA”, en respuesta a la afirmación de Rodríguez Zapatero de que mientras ETA exista no habrá Sortu que valga. Pero al valiente de Eguiguren le han llovido las críticas de los primeros espadas del PSOE, desde José Blanco hasta Ramón Jáuregui, pasando por José Bono, quien ha dicho sin titubear que “Zapatero es más valiente con Sortu que Eguiguren”.

¿A qué pueden deberse estas diferencias en un asunto tan importante? Quizá,  habrá que tener en cuenta que está a punto de abrirse el caso de la legalización o no de Sortu en el Tribunal Supremo, y lo que digan los jueces es la clave de este asunto. Pero, además, quizá tengamos que leer este asunto en clave electoral, ya que están próximas las municipales y lo que está bien visto en España no coincide con lo que los del PSE  creen que es bueno para ellos en el País Vasco. Y no hay que olvidar que las elecciones generales están a la vuelta de la esquina.  Vamos que la legalización de Sortu, como dice un destacado socialista vasco,  podría perjudicar al PSOE en toda España, mientras que en el País Vasco podría darles votos, teniendo en cuenta que hasta dentro de dos años no habrá consulta autonómica en Euskadi.

Lo que está claro es que cuando intervienen políticos en un debate, aunque sea dentro del mismo partido, y ese debate no produce ceses o dimisiones, hay que interpretarlo en clave de estrategia política. Y aquí da la impresión de que uno hace de “poli bueno” y el otro de “poli malo”. En fin, “una de valientes”.