La ciudad es un peligro, y no sólo para los personajes que hacía en el cine Paco Martínez Soria. El entorno urbano “es el más peligroso” para el mayor de 65 años, señala Tomás Santa Cecilia, del RACE, en la presentación del estudio “Movilidad Senior, el camino de todos”, elaborado en colaboración con Liberty Seguros. Este informe muestra que la denominada tercera edad, que supone el 18% de la población total en España, sufre el 30% de los accidentes de tráfico con víctimas mortales.
La mitad de los atropellos a peatones tienen a mayores de 65 años como afectados, tasa que sube al 70% en los que se producen en zonas urbanas, señala David Fernández, del RACE. El estudio muestra que la letalidad de estos accidentes en estas personas es cuatro veces superior a la del resto de la población española.
Fernández destaca que la mayor longevidad y mejores condiciones de vida hacen que los sénior tengan más actividad y autonomía, especialmente si tienen a su cargo a los nietos. El 99% de los mayores de 65 años hacen desplazamientos cada día, con una media de 2,75 minutos (2,4 en festivos). El 82,8% realiza viajes andando diariamente más de 5 minutos, la mitad solos. Y el 70% siempre hace el mismo recorrido a pie. Los problemas de movilidad se van agravando a partir de los 75 años, aunque el 15,9% de los que tienen más de 65 años tienen dificultades para desplazarse.
El problema es que, para el 21% de los senior, su ciudad está poco o nada adaptada a sus circunstancias, destacando el deterioro de las calles, la aglomeración de vehículos que dificultan el paso, y la ausencia de rampas. La tercera edad demanda rampas de acceso, mejor señalización y aceras más anchas para sentirse más seguros en sus desplazamientos.
Estas quejas contrastan con la opinión de los conductores, que consideran que los mayores de 65 años cruzan por donde no deben, lo que reconoce el 40% de éstos “cuando no hay un paso de peatones cerca” de su trayecto, y que no toman suficientes precauciones al hacerlo. Curiosamente, los ciudadanos que están al volante afirman que la percepción sobre la seguridad vial que tiene la tercera edad es mucho mayor que la del resto de los peatones.
Ajustar la duración del semáforo
Tomás Santa Cecilia pone el acento en la necesidad de renovar los vehículos y en que la tercera edad cuente con automóviles adaptados a sus necesidades. También alerta del creciente riesgo de atropellos por la circulación de bicicletas por las aceras, cuando éstas “deberían hacerlo por la calzada, como los demás vehículos”.
Juan Miguel Estallo, de Liberty Seguros, recomienda a los mayores de 65 años respetar las normas, ser conscientes de las limitaciones físicas, cruzar la calle por el sitio correcto, “identificar situaciones de peligro en los recorridos repetitivos”, y comprobar que “vemos el vehículo y que hemos sido vistos por el conductor de éste al cruzar”.
A las Administraciones Públicas les pide reducir las barreras arquitectónicas, mejorar la conservación de las infraestructuras peatonales y el acondicionamiento de los puntos de cruce, realizar planes de movilidad específicos para la tercera edad que permitan diseñar itinerarios peatonales senior, y ajustar el tiempo de duración del semáforo a las limitaciones de este colectivo.
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