Desde 2009, el Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria(Frob), ha aportado en los procesos de restructuración del sistema bancario español fondos públicos como ayudas financieras en diversas formas de capital por un importe de 53.553 millones de euros, según cálculos del Banco de España.

Si se tienen en cuenta los 2.250 millones soportados por el Fondo de Garantía de Depósitos (de gestión pública, pero que se financia con aportaciones de los bancos), esta cifra se reduce a 51.303 millones.

De esta cantidad se han recuperado, hasta la fecha, 2.666 millones. Apenas el 4,3% del total. La nota informativa del Banco de España se refiere a los 977 millones devueltos por CaixaBank en abril de 2013 procedentes de las ayudas recibidas por Banca Cívica antes de su integración en este grupo, 782 millones por la venta de la participación en CatalunyaCaixa al BBVA, 712 millones por la venta de NCG a Banco Etchevarría (actual Abanca, controlada por el venezolano Banesco), 71 millones de una venta realizada en 2012 por esta entidad, y 124 millones de euros amortizados anticipadamente por Liberbank en una emisión de obligaciones convertibles
Aunque hay que sumar los 1.304 millones obtenidos por la desinversión ya efectuada de BFA en Bankia, una vez se produzca el abono de esta cantidad al Frob como único accionista de BFA.

La factura de 47.333 millones de ayudas públicas a la banca se reducirá con la previsible amortización antes de 2018 de las obligaciones convertibles en Caja 3, por parte de Ibercaja, y en Ceiss, por Unicaja, por un importe de 1.011 millones.

Quedan pendientes de recuperar, por tanto, 46.322 millones. La cifra final dependerá del resultado de la desinversión del Frob en Bankia y en BMN, todavía sin fecha.

Pero además de las ayudas, el Frob ha otorgado diversas garantías al comprador en las ventas de entidades, entre las que destacan los esquemas de protección de activos (EPA) La pérdida esperada, a 31 de diciembre de 2014, de los EPA alcanzaba los 1.039 millones.

Otras garantías otorgadas se valoran en 1.553 millones, de los que hasta el momento se han desembolsado 729 millones. Están pendientes 824 millones.

Por tanto, a los 46.322 millones de ayudas públicas a los bancos hay que sumar otros 1.863 millones a través de EPA y de otras garantías. Total, 48.185 millones.

Aunque no es una ayuda directa a la banca, el Frob ha aportado 2.192 millones de euros a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), más conocido como el ‘banco malo’.

Los avales concedidos por el Estado a las entidades de crédito han alcanzado 110.895 millones, habiéndose cancelado 105.641 millones. Aunque no es previsible que se produzca ninguna pérdida derivada de estos avales para el Estado, queda por cancelar un saldo de 5.254 millones.

El papel del Fondo de Garantía

El Fondo de Garantía de Depósitos, que se financia íntegramente con contribuciones de las entidades financieras, ha aportado 7.942 millones como ayudas comprometidas en diversas formas de capital, además de los 2.250 millones que aportó al Frob en 2009.

También ha adquirido acciones de entidades no cotizadas controladas por el Frob obtenidas por inversores minoristas en los procesos de canje de instrumentos híbridos por valor de 1.803 millones. Estas acciones se han vendido por una contraprestación de 673 millones.

Y ha otorgado garantías al comprador en los procesos de venta de entidades en forma de esquemas de protección de activos. Su pérdida esperada, a 31 de diciembre de 2014, alcanzaba los 8.176 millones. Otras garantías otorgadas por el Fondo de Garantía de Depósitos ascienden a 392 millones.