Cerca de 1,4 millones de personas llevan en el paro más de 3 años. La cifra, conocida hoy a través de un estudio de la Encuesta de Población Activa (EPA), revela el agravamiento de un fenómeno conocido como paro de muy larga duración. La cifra de personas que acumulan 3 años o más de búsqueda infructuosa de empleo es un 9,5% más alta que la que se registró un año atrás.

El paro de muy larga duración se agrava, tal y como refleja el estudio de las variables de submuestra que ha publicado este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE) con datos de la EPA correspondientes a 2014. En concreto, un total de 1.397.000 parados se encuentran en esa situación; esto es, abandonaron su puesto de trabajo hace 3 o más años, y no han logrado encontrar un empleo.

Así lo atestiguan las cifras del estudio que refleja que estos parados de muy larga duración suponen algo más de un cuarto del total de parados con experiencia laboral; exactamente, un 27,4%. Hace un año, su caso tan solo representaba el 23,1%; es decir, 4,3 puntos menos.

La conclusión es que el paro de larga duración se está enquistando y convirtiéndose en una situación crónica para los más desafortunados, tal y como vienen denunciando los sindicatos. Esta es una de las razones que explican que la manta de protección de los subsidios cubra cada vez a menos desempleados, poco más de un 55%, según los últimos datos de abril, publicados esta semana por el ministerio de Empleo.

Respecto a 2013, el número de parados de muy larga duración representa un incremento de 121.000 personas, añade el estudio del INE.

Formación y empleo

El estudio también relaciona los datos sobre la formación de los trabajadores en España y su situación laboral. Y concluye que los estudios de veterinaria son los que presentan una mayor tasa de ocupación; más de un 80% de sus titulados está trabajando. Le siguen la formación en matemáticas y estadística, e informática, con tasas de empleo superiores al 75%.

Por el contrario, las personas con formación básica presentan tasas de empleo en torno al 34%; es decir, solo un tercio de las personas con formación básica ha encontrado trabajo, según revelan las respuestas de esta Encuesta confidencial, que en principio incluye los casos de trabajo informal o ‘en negro’, siempre que los encuestados lo manifiesten al encuestador.

Las tasas de paro más bajas se dan entre las personas formadas en matemáticas y estadística, un 5,7%; y en servicios de seguridad, un 7,45%.

El estudio proporciona a su vez datos sobre la forma en que se accede al desempleo. Y afirma que cada vez son menos quienes llegan al paro tras un despido (un 17%, frente al 21% de 2013). La mayoría se queda en paro al término de un contrato temporal: un 47,6%, dos puntos menos que en 2013.

ETT e Inem colocan solo al 5%

Otros datos hablan sobre el papel del antiguo Inem, los servicios públicos de empleo (SEPE), a la hora de mediar entre las ofertas de trabajo y los parados. Solo un 2% de los asalariados, unas 281.000 personas, obtuvo su empleo por intermediación de un oficina de empleo pública.

En lo relativo a las ETT, estas empresas de trabajo temporal intermediaron en la contratación del 2,8% de los asalariados, unas 392.000, una décima menos que en 2013.