La entidad subrayó el «sólido» resultado obtenido, al que contribuyeron todos los segmentos del negocio, que ha compensado los efectos negativos de un duro invierno, de la huelga de pilotos y del cierre del espacio aéreo europeo durante varios días por la nube de cenizas volcánica islandesa.

Lufthansa justificó este resultado por el aumento de la demanda y de las ventas en el tráfico internacional de pasajeros y mercancías, así como la aplicación de las medidas de ajuste para ahorrar costes aplicadas por la compañía.

El presidente y consejero delegado del grupo, Christoph Franz, describió 2010 como un año «desafiante y agitado» que, en última instancia, ha supuesto un ejercicio de éxito para Lufthansa. «Podemos estar muy satisfechos con este resultado porque es una muestra de que hemos aprendido de las crisis del pasado», afirmó durante la presentación de los resultados a sus accionistas.

La facturación se ha situado en 27.324 millones de euros, lo que supone un aumento del 22,4% en comparación con la cifra registrada el año anterior (22.283 millones).

El beneficio operativo, por su parte, alcanzó los 876 millones de euros al cierre del año pasado, una cifra que casi multiplica por siete la registrada un año antes (130 millones de euros). En lo que se refiere al negocio de carga, el grupo alemán cerró el año con un beneficio operativo de 310 millones de euros.

Los gastos de explotación se incrementaron un 16,7%, hasta los 28.900 millones de euros. La partida de combustible aumentó en 1.500 millones de euros, hasta los 5.200 millones de euros, un 41,5% más.

Durante el año, las aerolíneas del grupo –Lufthansa, bmi, Swiss, Australian Airlines y Brussels Airlines– alcanzaron un beneficio operativo de 436 millones de euros, de ellos solo Lufthansa registró 382 millones de euros.

En 2009, año en el que su negocio aéreo registró unas pérdidas operativas de 107 millones de euros, el grupo aplicó un plan para salvaguardar los ingresos que incluyó la eliminación gradual de flota cuyos resultados han contribuido al buen resultado de 2010.

Este año, Lufthansa seguirá aplicado dicho plan hasta finales del ejercicio, tal y como estaba previsto, con la puesta en servicio de cuatro A380, las mejoras de cabina en sus rutas continentales y la implantación del servicio ‘Flynet’ a bordo, fruto de las inversiones realizadas el año pasado.

Repartirá dividendo

De cara a 2011, el presidente del grupo aseguró que el ejercicio «no será un paseo por el parque», entre otras cosas por la alta competencia, por el impuesto del tránsito aéreo alemán y por la evolución de los precios de combustibles, que se encuentran «en niveles récord», aparte de la inestabilidad política y los desastres naturales en Japón que tendrán sus consecuencias sobre la economía en general.

«Actualmente, la compañía espera que sus ingresos y beneficios se desarrollen positivamente hasta 2012, sin embargo esto dependerá de que las previsiones económicas se hagan realidad y las empresas del grupo no se vean afectadas por el crecimiento desproporcionado del combustible y por otros acontecimientos imprevisibles», afirmó Franz.

Tras el «gratificante» resultado, la compañía alemana ha decidido proponer el pago de un dividendo de 0,60 euros por acción con cargo al ejercicio de 2010. El año pasado, se vio obligada a suspender el dividendo a cuenta de los resultados del año 2009 por las pérdidas netas registradas en dicho ejercicio.