Patrocinado por la empresa de seguros médicos Cigna, PeopleMatters volvió a reunir en el Observatorio Colón a los directivos de recursos humanos de las principales empresas españolas y de multinacionales con intereses en España. ¿Su objetivo? Intercambiar puntos de vista sobre estrategia y tendencias empresariales. Para empezar el debate Cándido Méndez impartió la ponencia Las medidas para el empleo que necesita España.
«La recuperación de la economía no se puede basar en el sector exportador. Hemos exportado con ventajas fiscales que han permitido a las empresas capitalizarse y salir fuera, pero la internacionalización no es la única respuesta”, señaló Méndez. Y continuó el presidente desde hace dos décadas de la Unión General de Trabajadores (UGT): “En un país como España, donde el 60% de la potencialidad del crecimiento se basa en la demanda interna, la clave está en la subida de salarios. Somos conscientes de que no se puede plantear un crecimiento de los salarios con carácter universal y uniforme, habrá que verlo por sectores, pero el vector resultante debe ser la mejora del poder adquisitivo de los salarios y la calidad del empleo. Los salarios no son el problema, deben formar parte de la solución”.
Más inversión pública
Convencido de que es preciso acabar definitivamente con las políticas de austeridad y apostar por el crecimiento mediante la inversión pública, Méndez aseguró que su máxima prioridad es llegar a 2016 con un acuerdo marco entre sindicatos y patronal que garantice la estabilidad laboral, sea cual sea el Gobierno y su signo. En opinión del sindicalista, la receta para garantizar la creación de empleo no es española sino europea y depende de un acuerdo en el seno de la UE que incluya “un plan de crecimiento, refinanciación de la deuda y un tratamiento distinto a los inmigrantes”.
Méndez dejó muy claro que no quiere hablar ni de reforma ni de contrarreforma laboral porque “somos el país en donde se han realizado más reformas laborales y cada Gobierno que entra hace la suya. Yo quiero que se derogue la última, que no ha funcionado, y fijar un acuerdo entre sindicatos y patronal ante el periodo de cambios políticos que viene. Tenemos que conseguirlo antes de 2016 porque vamos a entrar en un periodo único en nuestra historia y los políticos tienen que dejar el protagonismo a sindicatos y patronal: la autonomía en las relaciones laborales marca la marcha de la economía en países como Alemania o Gran Bretaña y aquí tiene que ser igual. Y recordó que aún están pendientes convenios colectivos del año 2013.
El máximo responsable de UGT señaló que “la deuda es uno de los problemas que más nos está lastrando: en el año 2007 cada español soportaba una deuda de 7.000 euros y ahora la cifra es de 21.000”. Y criticó el conocido como Plan Juncker, porque “necesitamos apostar por el crecimiento pero no es cierto que por cada euro público que se invierta vayamos a generar 15 de inversión privada: eso nunca ha sido así”.
Los costes energético, un lastre
Sobre cuál es el camino para conseguir ese cambio, Méndez reconoció que los problemas que hay que resolver son los que afrontan las pequeñas empresas todos los días: “Las compañías españolas de más de 250 trabajadores son más productivas que las alemanas pero tenemos muchas menos. Nuestras empresas son pequeñas y se encuentran con escasez de contratos, dificultades en los pagos de las grandes y la Administración, falta de crédito y unos costes energéticos muy caros: todo eso es lo que tenemos que corregir”.
Por último, Méndez se refirió a dos de los grupos más perjudicados por el desempleo, los mayores de 45 y los jóvenes. Aludió a que las organizaciones sindicales están promoviendo una Iniciativa Legislativa Popular, en demanda de una prestación de ingresos mínimos que sea la última malla de protección sociolaboral para las familias trabajadoras. En cuanto a los más jóvenes, indicó que “muchas empresas han considerado a la población laboral como un recurso de usar y tirar pero tenemos un reto colectivo: si para el 2035 no hay en España un 60% de puestos de trabajo técnicos, seremos un país fallido”.
A propósito de los jóvenes, el secretario general de UGT se preguntó si tiene sentido que cada ministro de Educación emprenda una nueva reforma. “No podemos depositar en el sistema educativo las carencias del sistema productivo, advirtió Méndez quien aboga por un pacto de Estado que permita crear un plan educativo estable, el refuerzo de las becas y la apertura del sistema universitario a una mayor iniciativa privada”.
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