«Se tiende a la normalidad», destacaron desde el gigante textil, que, en cualquier caso, se mantiene atento a las recomendaciones de las autoridades locales.

Inditex cerró de forma temporal como medida de precaución una veintena de tiendas, algunas de ellas ubicadas en la zona noreste del país, que ha sido una de las más afectadas por el terremoto.

El grupo destacó que ninguno de sus trabajadores en el país ha sufrido daños. La plantilla de Inditex en Japón está formada por unos 2.000 trabajadores.

La compañía que preside Amancio Ortega aportará un millón de euros (114 millones de yenes) para ayudar en los trabajos de emergencia que está realizando Cruz Roja Internacional en Japón.