El mercado americano confirmaron la impresión que había dejado el cierre europeo aunque con menos alegría que los índices del Viejo Continente. En verdad también hay que decir que los americanos han tenido caídas más moderadas que el Dax, que es el que debe comandar la operativa en Europa, así que este detalle tampoco tiene gran importancia.

¿Qué ha cambiado de ayer a hoy para que del desplome más absoluto se hay pasado a un intento de reacción? Fundamentalmente que el mercado ha querido, ha podido y le han dejado, mirar para otro sitio y no estar pendiente a cada segundo de las novedades procedentes de Japón. Ha querido porque acostumbra a no centrar demasiado tiempo la atención sobre un solo foco. Ha podido porque el foco ha dejado de emitir información minuto a minuto. Y le han dejado porque hoy, por fin, nadie ha venido con declaraciones inoportunas. Hoy, los comentarios referentes a Japón se centraban en si Disney iba a cerrar o no su parque de Tokio o si Apple tendría problemas de suministro de componentes para su iPad.

En lo que sí ha habido matices ha sido en el comportamiento de los tres índices y el perfil que han tenido a lo largo de la sesión. Mientras el Dow ha tenido una sesión de menos a más, el Nasdaq de más a menos y el S&P 500 se ha comportado como debe, siendo el más estable y quien hace media entre el índice de los «macrovalores» y el de las «tecnos».

Al cierre, quien solo haya visto el gráfico de la sesión no pensará en una gran tensión. Hubo altibajos, y alguno grande incluso, pero nada que significara alarma. El Dow terminó con un alza del 1,39%, el S&P 500 avanzó un 1,34%, mientras el Nasdaq ganó un 0,73%.