La Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), que agrupa a los países más ricos del mundo, ha recomendado al Gobierno que fomente la creación de empleo “más estable” a fin de revertir el incremento “notable” de las desigualdades y la pobreza, consecuencia de la crisis de empleo desatada en 2007.

En su informe, la OCDE constata que la desigualdad de ingresos se ha incrementado de manera “notable” en España durante la crisis. Así, mientras el 10% de los hogares más pobres ha perdido un 13% de sus ingresos, los más ricos solo se han dejado un 1,4% en el período que va de 2007 a 2011.

El nivel de pobreza en España se sitúa “muy por encima” de la media de la OCDE, continúa el informe publicado este jueves. Entre las causas, destacan las reformas fiscales introducidas entre 2007 y 2012, que “han reducido las prestaciones sociales” e incrementado los impuestos.

Aun así, la riqueza está mejor repartida en España que en el resto de los integrantes del club de países desarrollados. El 10% más rico en España acumula un 43% de la riqueza, frente al 50% en la OCDE; y el 60% más pobre posee el 20% de la riqueza (frente al 13% de la OCDE). Unas estadísticas que muy bien podrían tener que ver con la costumbre española de tener vivienda en propiedad.

El círculo de la precariedad

La pérdida de empleos explica 6 de los 8 puntos de incremento de la desigualdad durante la crisis, prosigue la organización. Pero los 2 puntos restantes se deben a la “dispersión” de los salarios. Una condición esta última que está muy relacionada con el tipo de contrato y con la alta tasa de trabajadores temporales que caracteriza al mercado de trabajo español.

La proporción de “trabajadores atípicos” o con contratos no estándar es “bastante alta en España”. Los trabajadores con contrato temporal, a tiempo parcial o los autónomos constituyen el 40% del empleo total.

La precariedad afecta especialmente a los jóvenes. De hecho casi el 60% de los trabajadores jóvenes hasta 29 años tiene un empleo atípico. Es probable además que no logren salir del círculo. No en vano solo uno de cada cinco trabajadores con un empleo temporal tiene un contrato indefinido al cabo de tres años, aseguran.

La pobreza ronda a las familias que dependen de estos contratos precarios. La tasa de pobreza de los hogares con trabajos atípicos asciende al 31%, “muy por encima” de la media del 22% en la OCDE.

Finalmente la OCDE constata una recuperación del empleo a partir de 2014 que debería poner fin a los recortes sociales y subidas de impuestos asociadas a la política de consolidación fiscal emprendida por el Gobierno español desde 2012.

Devolver prestaciones sociales

Para corregir esta situación la OCDE reclama avanzar en la creación de empleos más estables, reducir la dualidad entre temporales y fijos en el mercado laboral, y otras medidas que contribuyan a rebajar el paro, especialmente el de larga duración. Para ello aboga por una “mejor coordinación” entre las Administraciones que tienen competencias en materia de políticas activas (Estado central y Comunidades Autónomas).

Además de mejorar las políticas de activación de los parados la OCDE pide al Gobierno español que fortalezca los servicios sociales para los grupos de menores ingresos, especialmente las familias con menores o personas dependientes.

También pide al Gobierno que corrija la “tendencia a la baja” en la redistribución que caracteriza a los servicios públicos, “una vez que mejoren las condiciones fiscales”, o lo que es lo mismo, que baje la carga impositiva sobre las familias más pobres y suba la dotación para prestaciones sociales.

Finalmente otra recomendación es la adopción de medidas para reducir el fracaso escolar y las disparidades en los resultados educativos.