Francia, Reino Unido y la OTAN se unirán a Estados Unidos en su intención de frenar a Gadafi con una intervención militar conjunta y han comenzado ya los preparativos para iniciar las operaciones militares en Libia, una vez aprobada anoche la resolución del Consejo de Seguridad. Por su parte, Alemania ha informado que no habrá soldados alemanes en un potencial ataque contra Libia. Alemania se abstuvo ayer en la votación de la ONU que autorizó la intervención militar y la imposición de una zona de exclusión aérea para proteger a los civiles de los ataques del Ejército gubernamental.
Por su parte, Saif al Islam Gadafi, hijo del líder libio, Muamar Gadafi, ha asegurado que a su país no le da miedo la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
Las palabras del hijo de Gadafi han sido transmitidas por la cadena de televisión Al Arabiya, que no precisó el lugar ni el momento exacto en que fueron pronunciadas.
El Ministerio de Defensa libio ha amenazado con represalias inmediatas, incluso más allá de las fronteras del país, en caso de que haya una intervención militar internacional.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó este jueves, con los votos a favor de diez de sus miembros y ninguno en contra, la resolución que abre la puerta a la aplicación de una zona de exclusión aérea sobre Libia.
La votación sobre la resolución 1973 contó con cinco abstenciones: Brasil, India, Rusia, China y Alemania. Estados Unidos finalmente ha votado a favor de la medida promovida por Francia, Reino Unido y Líbano.
El texto, al que ha tenido acceso Reuters, permite iniciar «todas las medidas que sean necesarias» para «proteger a los civiles y a las áreas pobladas bajo amenaza de ataques», lo que implica la zona de exclusión aérea. No obstante, «excluye una fuerza de ocupación».
Además, propone la congelación de los activos de la petrolera estatal y del banco central por sus vínculos con el régimen de Muamar Gadafi.
La decisión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha sido aplaudida por las miles de personas que estaban concentradas en las calles de Benghazi, la segunda mayor ciudad de Libia y sede del movimiento rebelde que lleva semanas enfrentándose a las fuerzas del régimen, según informa la televisión Al Yazira.
Gadafi había advertido, en su último discurso, que la ofensiva militar sobre Benghazi comenzaría en la noche del jueves y que, en ella, el Ejército no tendría «piedad». El jefe del Consejo Nacional Libio, Mustafá Abdel Jalil, aseguró que los rebeldes permanecerán firmes y no se intimidarán por las amenazas del líder libio.
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