Ruiz-Mateos solicita la suspensión de pagos para Clesa y Cacaolat

18/03/2011

diarioabierto.es. Nueva Rumasa pidió el concurso de acreedores para Clesa y Cacaolat. Ahora, con Dhul y Carcesa, son cuatro las compañías de la familia Ruiz-Mateos que suspenden los pagos.

El holding destacó su voluntad de alcanzar «cuanto antes acuerdos con los acreedores» y de garantizar el futuro y la viabilidad de las empresas y sus plantillas. Clesa tiene alrededor de 800 trabajadores y Cacaolat, unos 450 repartidos entre Cataluña y Aragón.

Según subrayó, tanto Clesa como Cacaolat «tienen futuro y posibilidades de salir de esta complicada situación coyuntural», dado que cuentan con marcas «altamente valoradas en el mercado y activos suficientes para afrontar la situación».

El procedimiento de Clesa se produce después de que la empresa de lácteos haya acordado la aplicación de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) temporales, de seis meses de duración, en sus plantas de Madrid y Caldas de Reis (Pontevedra), así como en su filial de helados Royne.

«Estas acciones se toman en beneficio de los trabajadores y forman parte de las medidas adoptadas dentro del plan de viabilidad de la compañía», explicó Nueva Rumasa.

De otro lado, el concurso para las bodegas gaditanas Garvey, Valdivia, Zoilo Ruiz-Mateos y Teresa Rivero se presentará de forma inminente, posiblemente a principios de la próxima semana.

Según informaron a Europa Press en fuentes del sector, previsiblemente también irán a concurso otras empresas del holding fundado por José María Ruiz-Mateos como Hibramer y Queserías Menorquinas (Tranchettes).

Diez empresas insolventes

De este modo, se elevarían a diez las empresas de Nueva Rumasa (todas del sector alimentario y vitivinícola) declaradas insolventes, de las más de 30 que el grupo tiene en fase ‘preconcursal’.

Según informaron a Europa Press en fuentes financieras, las principales firmas alimentarias y bodegueras de Nueva Rumasa, entre las que figuran Dhul, Clesa, Elgorriaga, Trapa, Queserías Menorquinas (Tranchettes) y Carcesa (Fruco y Apis), suman deudas hipotecarias cercanas a los 150 millones de euros.

La deuda bancaria del conjunto de empresas de Nueva Rumasa supera los 700 millones de euros, lo que, unido a los pagos pendientes a proveedores, eleva el pasivo a alrededor de 1.000 millones de euros. Los principales acreedores son Banco Santander y Banesto, que, según datos de la compañía, suman 330 millones en créditos.

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