Hasta el 23 de agosto estará en la sala de exposiciones Bárbara de Braganza de la Fundación Mapfre (calle Bárbara de Braganza, 13, Madrid) la muestra con más de 200 obras de Paul Strand, uno de los grandes maestros norteamericanos de la fotografía y sin embargo poco conocido en España. La propia fundación posee más de un centenar de obras de Strand (Nueva York, 1890-Orgeval, Francia, 1976), que se incluyen en la muestra.

Lo primero que llama la atención de Strand es el anonimato de las figuras en contraste con las gigantes estructuras de los poderes económicos, como se refleja en las imágenes sobre Wall Street. No obstante, es el fotógrafo que retrata la monumentalidad de la gente corriente. “Los fotografiaba sin que se dieran cuenta”, reconoce.

También impresiona su reflexiva mirada social. Strand dota a las imágenes de un significado más profundo. Las fotografías deben contar “con la fugacidad de un relato breve”.

Strand retrata el conflicto humano y considera que el compromiso social es una parte esencial de su responsabilidad como artista. Se nota que empezó trabajando con Lewis Hine, el gran fotógrafo de la temática social y que ya sido expuesto en la Fundación Mapfre.

Sin embargo, sus primeras obras, realizadas en la década de 1910, están ligadas al pictoralismo, con una notable influencia del cubismo, centradas en el paisaje urbano de Nueva York.

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Pronto da el salto, en busca de la ampliación del papel de la fotografía. Por un lado, retrata un tronco, una roca, la vegetación, logrando imágenes sorprendentemente innovadoras. Por otro, retrata sujetos anónimos, investigando la capacidad de la fotografía para ilustrar el paso del tiempo y capturar la esencia de las personas y de los lugares.

En la exposición se puede contemplar “Manhatta” (1921, considerada la primera cinta vanguardista de Estados Unidos. Este “documental escénico” retrata Nueva York, combinando el drama de las personas con perspectivas tomadas desde los rascacielos, escenas del ferry y del puerto, y versos de Walt Whitmann.

Strand retrata Nueva Inglaterra, Luzzara (Italia), Ghana, Francia (a donde se muda huyendo del maccarthismo y del creciente anticomunismo en EEUU), Egipto, Rumania, y Marruecos. Quiere transmitir el pasado y el presente de esos lugares como una lucha incesante por la democracia y por la libertad individual.